Miguel Ángel López, inspector, jefe del Grupo de Delitos Tecnológicos de Baleares, alerta del peligro de esta estafa. | Isaac Hernández

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«Hola papá. Mi teléfono está roto y tengo un número temporal. No puedo llamar. Puedes enviar un mensaje de WhatsApp a través de WhatsApp? Número +36602581077». Así arranca una de las estafas más comunes y que está asolando a los ciudadanos de Baleares en los últimos meses. Tras un intervalo de tiempo en los que esta modalidad delictiva cayó en el olvido, ahora regresa con más fuerza que nunca.

El Grupo Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional, responsables de la investigación de estos delitos, lanza una alerta a la población ante un repunte muy importante de estafas registradas en Baleares. «Estamos recibiendo una media de ocho denuncias por semana y la tendencia es al alza. Por ese motivo, hay que poner freno a esta situación y advertir a los ciudadanos para que no caigan en esta estafa, que puede parecer muy burda, pero les resulta muy efectiva a los ciberdelincuentes», apunta el inspector Miguel Ángel López, jefe del grupo especializado en la investigación de estos temas.

El modus operandi consiste en recibir un SMS o mensaje de WhatsApp desde un teléfono y usuario desconocido a nuestro terminal móvil. A partir de ese momento, se inicia una conversación en la que el delincuente, haciéndose pasar por el hijo de la víctima, informa que ha extraviado su teléfono y que desde el número que te está escribiendo tiene el audio y video roto, sólo puede escribir por escrito. Una vez que tiene captada la atención de los padres, les cuenta que le ha surgido un problema muy grave con su teléfono y les solicita que le haga una transferencia inmediata, ya que él/ella no puede hacerla, dándote un número de cuenta bancaria ajeno.

Cuando el familiar realiza el pago, los ciberdelincuentes siguen solicitando más y más. En algunas ocasiones, hasta cinco pagos en menos de una hora. Las cuentas de destino del dinero siempre están a nombre de los denominados 'mulas', es decir, personas insolventes que ofrecen sus datos para la apertura de cuentas en bancos online a cambio de una pequeña compensación económica. «Pedimos a los ciudadanos que nunca realicen pagos hasta que de forma presencial, telefónica o con videollamadas se logren hablar con su hijo/a» comenta.

Fuentes próximas al caso a las que ha tenido acceso Ultima Hora, confirman que en algunos casos, las víctimas recibieron llamadas de sus entidades bancarias al detectar sus sistemas que se podía tratar de una estafa y ser cantidades importantes. A pesar de ello, los padres autorizaron los pagos pensando que sus hijos corrían peligro. El número de estafas en Mallorca es muy significativo y los importes de dinero sustraído superan en algunos casos los 10.000 euros por persona.