El alzheimer tiene nombre de mujer

Un estudio de la especialista en Anatomía Patológica, María José Hernández, recogido en el último anuario del envejecimiento de Balears de 2024, desgrana las diferencias entre géneros del deterioro cognitivo relacionado con la edad, sus factores de riesgo y protectores. En él, Hernández ofrece una clasificación del espectro de posibles estados congnitivos en la vejez, donde el primer escalón sería la cognición normal y el último el deterioro cognitivo grave, en el que se encuentra la demencia. Asimismo, la médica se suma a la opinión cada vez más mayoritaria de que este deterioro además de estar relacionado con factores biológicos también lo está con socioculturales, lo cual ayudaría a entender mejor por qué esta enfermedad y sus derivados como el alzhéimer afecta más a la población femenina.

Dentro de la primera categoría, la biológica, se encuentran factores como haber sufrido preeclampsia, eclampsia e hipertensión en el embarazo o menopausia precoz. También influye la longevidad, ya que a mayor edad mayor incidencia; que de nuevo afecta más a mujeres por tener mayor esperanza de vida que los hombres. La disminución de producción de hormonas a partir de la menopausia, la diabetes, la obesidad, la falta de sueño, el estrés, la ansiedad o la depresión; esta última mucho más frecuente en mujeres que hombres, también contribuyen en el desarrollo de problemas cognitivos.

En segundo lugar, Hernández habla de factores socioeconómicos y culturales implicados. El acceso a la educación y el nivel de ocupación sería uno de ellos, ya que las mujeres que actualmente pertenecen a la tercera edad tuvieron una asimetría en este acceso y a su vez puede repercutir en su salud puesto que a mayor educación mayor reserva cognitiva. Lo mismo sucede con la actividad física y los roles de género, que tradicionalmente ha relegado a la mujer a realizar tareas del hogar y del cuidado y no les ha dado espacio para actividades mas estimulantes cognitivamente. Otro gran factor es la soledad y el aislamiento social, que de nuevo afecta más a mujeres por una mayor esperanza de vida que sus compañeros varones.