Rosa Robles, secretaria general del COMIB: | Pere Bota

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El subdirector de personal del IB-Salut, Juan José Terrassa, y la secretaria general del COMIB, Rosa Robles, recuerdan que la agresión a un profesional sanitario está tipificada como un delito penal y es un atentado contra la autoridad pública.

«El agresor tiene que saber que son delitos tipificados en el código penal y que se va a enfrentar a sanciones económicas en los casos más leves y a una orden de alejamiento o incluso a la prisión, en los casos más graves», inciden.

Robles destaca la labor que se realiza desde el Colegio en estas situaciones. En primer lugar, el COMIB, ante una agresión, se persona como acusación particular. Pone a disposición de la víctima todos los servicios jurídicos «les asesoramos y les acompañamos en el juicio», aclara.

Desde el momento que tienen constancia de la agresión «nos ponemos en contacto con el profesional agredido y le ofrecemos también un apoyo psicológico que es fundamental en esos momentos en los que queda muy abatido, decepcionado y con un sentimiento de fracaso en muchas ocasiones», añade la secretaria general.

Desde el IB-Salut, y del resto de colegios profesionales, también se facilita la atención psicológica y la asistencia jurídica a los profesionales agredidos.

Para aumentar la conciencia social y evitar que se produzcan más casos y, especialmente reincidencias, también promueven que los juicios sean públicos. «Queremos que se sepa que si agreden a un profesional sanitario están cometiendo un delito. Que sepan que las consecuencias pueden ser muy graves», explica la secretaria general del COMIB.

Actualmente el Servei de Salut está implementando el Plan Integral de Prevención de Agresiones en el ámbito sanitario público para contribuir a reducir las agresiones.

También ha mejorado los protocolos de alerta en los centros, hay más personal de seguridad y se han incorporado en las consultas los botones de alarma.

Los profesionales destacan que con todo esto se está mejorando la seguridad del personal sanitario y se está dando visibilidad a un problema que es necesario abordar. «Es el inicio para ir cambiando esta realidad», concluye Robles.