Las protestas empezarán además con concentraciones frente a la sede del Ib-Salut el 13 diciembre y todos los viernes siguientes desde las 10.00 horas hasta las 12.00 horas, ha detallado en un comunicado el comité de empresa, formado por los sindicatos FS-TES, USAE, CCOO y UGT.
Han convocado para el día 20 paros parciales entre las 10 y las 12.00 horas y desde las 17 hasta las 19.00 horas. Seguirán con una jornada de huelga a partir del día 23 de diciembre durante las 24 horas y de forma indefinida, si no han conseguido «ningún avance serio».
Justifican la convocatoria de huelga por la «crónica falta de diálogo, dejadez, desidia, pasividad y desfachatez» que soportan los trabajadores por parte de la dirección de la empresa y la «poca implicación por parte del IB-Salut», como responsable directo de dicha empresa pública, que cuenta con más de 900 trabajadores.
La última decisión que ha afectado a la plantilla es la de reclasificar a los trabajadores en virtud de un informe jurídico del IB-Salut que considera que los trabajadores del transporte sanitario programado y el personal de la Central de Gestión y Coordinación de Programados «no son sanitarios» porque «transportan personas o cosas», critica el comité de empresa.
A los gestores de emergencia de la central de gestión y coordinación los equipara a un auxiliar de recepción que «responde llamadas y toma notas».
El comité de empresa de Mallorca tilda de «inadmisible» dicha reclasificación, contra la que ha presentado alegaciones, al considerarla un atropello y un incumplimiento de la normativa estatal por parte de Gsaib. El viernes pasado, la gerencia de Gsaib rechazó las alegaciones y comunicó al comité de empresa que seguirá adelante con la reclasificación.
El responsable del Transporte Sanitario de UGT Illes Balears, Javier Marin, manifiesta que «Gsaib pretende convertir a la mitad de los técnicos de emergencias sanitarias en transportistas de personas o cosas, como así describe el propio IB-Salut a los pacientes que trasladan estas ambulancias del transporte sanitario programado para acudir a tratamientos varios o salidas de planta hacia sus domicilios».
Marín critica las definiciones del informe, que considera «una falta de ética y respeto muy grande por parte de este Govern, no solo a los profesionales de dicho servicio, sino a los propios pacientes y usuarios que precisan de las ambulancias a diario». Ha tildado además de »aberración« que el gerente de Gsaib »se suba el sueldo 35.000 euros, llegando a cobrar unos 91.000 euros al año, cuando tiene a trabajadores a su cargo a los que se le debe dinero desde mayo de 2022 y desde enero 2023».
El responsable del Sindicato de Técnicos FS-TES, Rubén Uroz, indica que han impugnación el informe jurídico de GSAIB y acreditado que todo el personal de la empresa debe ser profesional sanitario, independientemente de si está en el servicio urgente o programado. «Es un insulto a la profesionalidad del servicio de programados, no reconocerles como profesionales sanitarios, tratándolos de conductores o transportistas», argumenta.
El representante de CCOO Bartolomé Nadal reivindica que se valore a los profesionales del transporte sanitario programado y de la central «como lo que son: técnicos de emergencias sanitarias».
El responsable de Acción sindical de USAE Baleares, Alejandro Juan, reivindica la negociación colectiva y rechaza que los profesionales de GSAIB no sean valorados como se merecen, independientemente de si prestan servicios en el TSU, TSNU, CCUM o CAGD». Denuncian además el «pésimo» estado de seguridad de las ambulancias y que se están creando puestos de trabajo nuevos, donde los cargos intermedios y de coordinación «colocan de manera discrecional a profesionales, vulnerando el criterio de igualdad, mérito y capacidad» y desmotivando a la plantilla.
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