La formación profesional cada vez seduce a más jóvenes o trabajadores que quieren aumentar sus estudios, algo que en Balears es todavía más llamativo por el desinterés que hay por la universidad. Arriba, el centro de FP náutica L’Embat.

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La oferta de Formación Profesional (FP) en los centros privados de Balears ha experimentado un importante crecimiento desde la llegada del nuevo gobierno del PP a la Conselleria d’Educació, que este curso ha potenciado considerablemente los conciertos económicos. Si durante los años del Pacte de 20 ciclos de FP, de media, dos eran concertados, ahora de 30 hay 10, lo que supone un 33 %, según datos oficiales. De hecho, este porcentaje sobrepasa el tope fijado por la Unión Europea, que solo permite concertar hasta un 20 % de plazas usando fondos Next Generation. Educació, por este motivo, tendrá que sufragar este exceso con fondos propios.

Esta decisión política destaca porque esta semana se supo que la Conselleria decidió rechazar cinco millones de euros de fondos europeos para crear alrededor 2.000 plazas públicas de FP en Balears. Un hecho que el conseller Antoni Vera justificó argumentando que los centros públicos no tienen espacio para absorber esas nuevas plazas y justificó que la concertada debe asumir ese crecimiento.

Unas declaraciones que no convencieron a los sindicatos, como el STEI, mayoritario en la enseñanza pública, que señaló que el personal va sobrecargado de trabajo y que esta decisión «repercute de manera negativa en la prestación que se da a los usuarios». Además, criticaron que los datos recientes ponen de manifiesto que la «oferta privada de FP es cada vez más grande, puesto que en la última década la FP privada ha aumentado un 460 %». Este dato se refiere a un reciente informe de Caixabank Dualiza y Orkestra-Instituto Vasco de la Competitividad sobre centros privados no subvencionados
Sin embargo, estos datos son de ámbito español; de hecho, la falta de información sobre las Islas es algo común.

«Desde siempre falta mucha transparencia para acceder a datos sobre FP y educación, en general», asegura la directora del Laboratori d’Investigació i Innovació en FP de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Francisca Salvà. «Sin disponer de estudios para luego poder tomar decisiones políticas, se hace política a ciegas», advierte, y opina que la oferta privada deja al margen a la mayoría, que no puede pagarla.

«Se ha promocionado muchísimo la FP cuando no atraía a los alumnos, pero ahora que sí que hay muchos interesados en estos estudios, faltan plazas públicas para atender la demanda. No es recibo», considera Salvà, que ve imprescindible incrementar la orientación para atajar el problema de que haya tanta población con «falta de cualificación intermedia».