Imagen de archivo de un aula. | M. À. Cañellas

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El próximo 11 de septiembre empieza el nuevo curso escolar con una novedad que tiene a la expectativa al resto de comunidades autónomas: la presencia de 39 psicólogos para cubrir la asistencia en los cerca de 70 centros de Secundaria públicos de las Islas, los 11 centros de Formación Profesional y el de educación especial de Son Ferriol.

Se trata de un plan piloto, según ha explicado el conseller de Educació, Antoni Vera, que responde a una de las peticiones más unánimes de la comunidad educativa y que tienen por objetivo «incidir desde los centros escolares en la población adolescente para ayudarles en una etapa de la vida complicada que yo como profe he vivido de primera mano». El psicólogo será un apoyo para el equipo docentes y el equipo directivo «que muchas veces se ve limitado en sus herramientas», ha dicho.

La intervención en los centros será presencial y puede hacerse a nivel individual o grupal. Además, pueden responder a una demanda específica de la familia, el profesorado o el mismo alumnado, además de otros profesionales. Los psicólogos tendrán protocolos bien definidos para no solaparse con los orientadores y podrán intervenir en según que casos o recomendar una derivación.

A final de curso se evaluará este plan, pionero a nivel estatal, para ampliarlo en los centros de Primaria (sobre todo para los cursos de quinto y sexto). Por otra parte en la Mesa de negociación con la educación concertada se está negociando con qué tipo de figura se puede incorporar esta atención.

La consellera de Salut, Manuela García, ha advertido de que este proyecto está basado «en una necesidad real», pues si bien se reducen los ingresos infanto juveniles por problemas de salud mental, éstos son de mayor duración y las consultas han crecido un 10 % repsecto al año anterior. La baja tolerancia a la frustración, una falta de estrategia para el entendimiento, el fracaso de los modelos educativos, el desbordamiento social para contener y tratar al niño… siguen vigentes tras la pandemia y se traducen en una alteración del bienestar emocional de los niños. «El programa es indispensable porque es importante la labor preventiva y de detección precoz», ha añadido García quien señala que Convivexit atendió 398 casos de escolares con ideación sucidia el curso pasado, de una edad media de entre 12 y 16 años.

Para el decano del Col·legi Oficial de Psicòlegs de les Illes Balears (COPIB), Javier Torres, el programa es motivo de satisfacción, «no hay que psicopatologizar a todos los jóvenes, no todos tienen problemas, pero sí han aumentado. Vemos muchos problemas de ansiedad, en el estado de ánimo, de falta de motivación, adicciones a las nuevas tecnologías, falta de habilidades sociales, trastornos alimenticios o falta de autoestima», ha señalado. Y si bien, los resultados no se verán de un día para otro, «cuando acabe el curso podremos sacar datos interesantes», ha añadido.