Gabriel Le Senne pasa por detrás de los diputados del PP Marga Durán y Sebastià Sagreras. | M. À. Cañellas

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El PP deshoja la margarita entre echar o mantener a Gabriel Le Senne como president del Parlament. Todas las fuentes consultadas aseguran que la decisión esta en el aire e insisten en que, lo más probable,  es que no se sepa nada hasta la semana que viene. La versión oficial es que la decisión se está analizando, pero algunas voces ya empieza a pensar que la mejor decisión es echar a Le Senne y forzar de esta manera una ruptura definitiva con Vox.

Quienes defienden esta opción no se fían en absoluto de sus socios, a la vista de lo que llaman «historial de deslealtades» durante este primer año de legislatura. Alertan de que cerrar un acuerdo con ellos y volver a recomponer el pacto no es garantía de nada porque no descartan que los de Santiago Abascal lo rompan de manera imprevista.

Esta postura, sin embargo, no es unánime. Parte de la dirección apuesta por la cautela y por no remover el avispero en Vox. Creen que la mejor opción es abstenerse y dejar que el president del Parlament siga en su puesto. Argumentan que echar al president no da ni un voto al PP y solo sirve para que la izquierda salga reforzada, pero quienes defienden lo contrario, que lo mejor es forzar la salida, opinan que la continuidad de Le Senne ayudará a tener movilizados a los partidos de la oposición.

Estas dos posibilidades son las que sigue analizando el PP, de ahí que aún no haya una decisión firme. El president del Parlament    ya se ha reincorporado a su puesto en el Parlament y ayer se le vio por los pasillos de la Cámara, expectante pero tranquilo ante lo que pueda pasar el próximo martes en el pleno. A cuatro días de la sesión plenaria, la tranquilidad de Le Senne se extiende a Vox.

La presidenta de la formación ha convocado el lunes una reunión con el grupo parlamentario para preparar el decisivo pleno del martes, pero la percepción que tienen en las filas de la extrema derecha es que el PP se abstendrá y favorecerá que Le Senne siga en su puesto. Para que prospere la remoción que piden PSIB, Més, Més per Menorca y Podemos se requiere el voto afirmativo de las tres quintas parte de la Cámara, por lo que una abstención del PPsalvaría a Le Senne.

Lo que parece claro es que los responsables de las dos formaciones no se han visto hasta la fecha para tratar de cerrar un acuerdo que suponga una renegociación del pacto. Vox dio por roto se acuerdo con el PP de manera unilateral el pasado 12 de julio y desde entonces apenas han hablado.