El presidente de la cámara balear. | Teresa Ayuga

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«No, no dimitiré aunque me imputen, y además es algo que no me inquieta porque no veo relevancia penal». Así de rotundo y desafiante se ha mostrado este miércoles el presidente del Parlament de Baleares, Gabriel Le Senne (de Vox), después de una tensa reunión de la Mesa de la Cámara en la que se han rechazado las iniciativas del PSIB para forzar su renuncia como consecuencia de su actuación durante el debate para la derogación de la Ley de Memoria Democrática del pasado 18 de junio.

El presidente de la Cámara, que tiene que hacer frente a diferentes iniciativas judiciales -entre ellas una denuncia por delito de odio presentada por la asociación Memòria de Mallorca y las familias de las «Roges des Molinar»- ha insistido en que únicamente defendió la «neutralidad de la Cámara» cuando expulsó a las diputadas socialistas de la Mesa Pilar Costa y Mercedes Garrido y rasgó una fotografía de Aurora Picornell.

Esta actuación fue lo que ha provocado las demandas, además de la propuesta de la toda la izquierda para activar el proceso de remoción (destitución) de Le Senne y la solicitud de que la propia Mesa lleve a la Fiscalía esos hechos. La Mesa, donde Vox y PP tiene la mayoría, ha desestimado estas iniciativas y sí ha aceptado convocar una junta de portavoces la semana que viene para que todos los grupos expresen su opinión.

Esta reunión se celebrará un día antes de que el juzgado de instrucción 1 de Palma cite a Memoria de Mallorca para que se ratifique en su denuncia. También tendrá que recabar la opinión de Le Senne, que es abogado y que esta miércoles ha dicho. «Yo no odio a nadie y mucho menos a ninguna víctima».

El portavoz socialista, Iago Negueruela, ha respondido al desafío de Le Senne y se ha preguntado «quién es él para decir lo que tiene relevancia penal o no y lo que es delito». Para Negueruela, «el PP es responsable» y añadió que Marga Prohens tiene que ordenar a su partido que deje caer a Le Senne, a quien llamó «fascista». También empleó este término para responder a la decisión del presidente de la Cámara de no renunciar aunque le imputen. Dijo: «Que un fascista actúe como fascista es normal pero, ¿se lo permitirá Prohens?»

La reunión de la Mesa ha sido muy tensa según informaciones facilitadas por Mercedes Garrido.