Vista aérea de la ciudad de Palma. | Alejandro Sepúlveda -

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El desmesurado precio de la vivienda está provocando un importante cambio social en las Islas donde el número de propietarios se reduce mientras aumenta de manera clara el número de inquilinos. Los precios del mercado inmobiliarios expulsan a los residentes de las Islas, que cada vez pueden comprar menos inmuebles y no tienen más remedio que apostar por el alquiler.

La evolución de las estadísticas que muestra el Censo de Viviendas apuntala ese descenso en el número de propietarios a favor del número de inquilinos, no solo en porcentaje, sino también en números absolutos. Las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística señalan que, en el año 2021, en Baleares había 441.536 viviendas principales y, de ellas, 292.570 eran propiedad del residente. Supone el 66 % del parque total de viviendas principales en las Islas.

Lo llamativo es que, diez años atrás, en 2011, había más propietarios tanto en términos absolutos como relativos. Eran 302.519 y suponían en 70 % del total. Diez años atrás, en 2001, el porcentaje de ciudadanos de las Islas que podían vivir en su propio piso aún era más elevado: el 74 % del total de las viviendas principales estaban habitadas por sus dueños. El número de propietarios se ha reducido en este periodo de 302.519 a 292.570 mientras que el número de inquilinos ha crecido de 92.785 a 103.526 personas.

Las dificultades para adquirir una vivienda están detrás de esta caída, pero también influye la crisis inmobiliaria que comenzó en 2008 y que se prolongó durante años. Fueron los años del boom inmobiliario, cuando todo el mundo accedía a préstamos hipotecarias para comprar un piso, El estallido de esa burbuja explica en parte la reducción en el número de personas que dejó de comprar pisos, que incluso vendió sus inmuebles y que decidió pasar al mercado del alquiler.

A ese proceso se ha añadido en la última década que en las Islas se ha producido un aumento exponencial del precio de la vivienda, con subidas que se acercan al 40 % en estos años. La subida de los salarios no ha sido equiparable, de ahí que para muchos residentes en las Islas sea ahora mismo una quimera la posibilidad de adquirir una vivienda. Los datos del INE se refieren a 2021 y en los dos años y medio que han pasado desde entonces se ha dado un notable aumento del precio del dinero y de los préstamos hipotecarios. Esta circunstancia habrá ayudado, muy probablemente, a que el proceso de desinversión inmobiliaria de los residentes de Baleares    haya ido a más en este periodo de tiempo.

El apunte

A la espera del plan de alquiler que promueve el Govern

El Govern ha anunciado que en breve actuará como agencia de alquiler pública para conseguir que los propietarios que tienen viviendas vacías, unas 100.000 en toda Baleares según los últimos datos, las saquen el mercado. La Conselleria d’Habitatge prevé explicar en breve los detalles de este nuevo plan, que en esencia consistirá en alquilar esos pisos vacíos a precio de mercado y a su vez subarrendarlos a clases medias y jóvenes por un precio inferior, que podría situarse en un 30 % menos, según los primeros detalles apuntados por la consellera Marta Vidal en el Parlament. Es una de las cuestiones que se plantearán en la mesa contra la masificación.

Las claves
  1. El aumento de la demanda de alquiler tensiona el precio

    Una de las consecuencias de este aumento de la demanda del alquiler es que los propietarios de los pisos que los alquilan pueden aumentar los precios. La escasez de oferta de alquiler, provocada por los pisos turísticos, y la alta demanda han influido en el precio.

    Más gente que nunca, pero no más pisos que nunca

    Un dato significativo de la estadística del Censo de Vivienda es que, entre 2011 y 2021, el número de viviendas principales aumentó en 11.799 pero la población creció en más de 90.000 personas, nueve veces más.

    El negocio del alquiler reportó 1.398 millones en 2022

    Los últimos datos de la Agencia Tributaria señalan que el negocio del alquiler reportó unos ingresos de 1.398 millones a los propietarios que alquilaron pisos, garajes o otras edificaciones durante el año 2022.