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La bajada lineal de impuestos y el aumento del gasto previsto, especialmente en materia de personal, abogan al Govern a un escenario de déficit a partir del año 2026. No es un cálculo al azar sino lo que el propio Ejecutivo ha comunicado al Ministerio de Hacienda en el plan presupuestario a medio plazo que envió el pasado mes de marzo para que los analizara la vicepresidenta María    Jesús Montero.

El plan señala de manera clara que el año 2025 el Govern cerrará las cuentas sin déficit, pero las cosas cambian a partir del año 2026, porque la estadística muestra un descuadre en las cuentas de 230 millones de euros, un agujero que se mantendrá también en 2027 según las propias previsiones del Govern.

La pérdida de recaudación por la bajada de impuestos se centra en la supresión del impuesto de sucesiones y de patrimonio. El primero de ellos afecta con carácter general a todos los ciudadanos que heredan, pero el ahorro fiscal es mucho mayor para las grandes fortunas, que se ahorran una mayor cantidad en impuestos.

Impuestos a los ricos

En el caso del impuesto de patrimonio, los beneficiados son quienes tienen bienes por valor de hasta tres millones de euros. Esa es la principal crítica que hace el PSIB al Govern de Marga Prohens. Desde que aprobaron estas rebajas fiscales, los socialistas han denunciado que se bajan los impuestos a los ricos muy por encima de a las clases medias. Pero a esta denuncia añaden ahora el hecho de que la bajada de impuestos tendrá graves consecuencias en las finanzas de la Comunitat, como plasma el documento que ha sido remitido por la Conselleria d’Economia al Ministerio.

El diputado socialista Llorenç Pou asegura que el Govern deberá cumplir las reglas de estabilidad presupuestaria, por lo que tendrá que buscar una fórmula para cuadrar ese descuadre de 230 millones. No puede cerrar el año con déficit así que Pou asegura que la única manera de que no haya agujeros será aprobar recortes. «Este Govern aprueba rebajas fiscales a los ricos y tendrá que hacer recortes a las clases medias», asegura.

Pou destaca, además, que esta circunstancia se dé en un momento de crecimiento económico. De hecho, las previsiones de ingresos propios que ha entregado el Govern en su documento son muy cautas. Baja la recaudación de los tributos en los que se han aprobado rebajas y esa caída se compensa con subidas en el dinero que prevé recibir del Gobierno central.

En paralelo, también hace una previsión de gasto a la baja, con subidas solo del IPC, sin tener en cuenta medidas como la subida de la carrera profesional, según el socialista.