Fuster, en su comparecencia ante la comisión de investigación. | Redacción Digital

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El exdirector general del IbSalut, Juli Fuster, ha defendido este viernes que los 1,5 millones de mascarillas que se compraron en los primeros meses de la pandemia de coronavirus a la empresa Soluciones de Gestión, investigada por la Audiencia Nacional, eran para uso civil o extrahospitalario y con el objetivo de tener estocaje de seguridad para la desescalada.

«El stock de material de protección empezó a bajar de manera vertiginosa y nuestros proveedores habituales eran incapaces de suministrar material», ha argumentado durante su comparecencia en la comisión parlamentaria que investiga la compra de mascarillas por 3,7 millones de euros a la empresa de la trama Koldo.

El que fuera máximo responsable del IB-Salut ha asegurado, por otra parte, que nunca intervino en las compras y las adjudicaciones ordinarias o extraordinarios y lo ha hecho resaltando «la confianza que tenía en su equipo». Ha defendido al mismo tiempo la importancia de los procedimientos de emergencia, «sin los cuales no se podría haber hecho ni una décima parte de lo que se hizo». También ha subrayado que nunca habló con proveedores o «facilitadores» ni con Koldo García ni con el exministro José Luis Ábalos y que tampoco recibió presiones para interceder en favor de alguna empresa.

En relación a la visita de la UCO al IbSalut en relación al expediente en el verano de 2022, Fuster ha admitido que en aquel momento «no le dio más importancia», aunque ahora, ha reconocido, «visto el alcance, igual sí que tenía que haberlo comentado» a miembros del Govern. «Lo que me preocupaba eran las camas y las UCI», ha añadido. Sobre esta cuestión había llamado la atención el diputado de MÉS per Mallorca Lluís Apesteguia, que ha preguntado «cuántas veces va la UCO al IbSalut» para cuestionar por qué no se comunicó este episodio al resto del Ejecutivo autonómico.

El portavoz del PSIB en la comisión, Iago Negueruela, ha pedido a PP y Vox que «paren de lanzar bulos» y ha criticado el, a su juicio, surrealismo que ha alcanzado la comisión. «Solo les falta preguntar a Fuster si participó u ordenó la construcción de la estrella de la muerte», ha señalado el socialista. La presidenta de la comisión, María José Verdú, de Vox, ha tenido que pedir en varias ocasiones a Iago Negueruela que interactuara con el compareciente en lugar de dirigirse al resto de diputados y, en concreto a los parlamentarios de PP y Vox.

El socialista se ha dirigido en particular a la diputada de Vox Patricia de las Heras, a quien ha pedido que deje de sostener que hubo parte de las mascarillas objeto de investigación que se habían repartido, cuando ha podido comprobar que están en los almacenes. De las Heras había asegurado antes que el diputado socialista le había perseguido por los pasillos del Parlament para increparle. En otro momento de la comisión, Negueruela ha criticado que la mesa haya rechazado informes de la Intervención que avalan que la compra se hizo correctamente.

Fuster ha subrayado que el que fuera director general de Presupuestos del IbSalut, Manuel Palomino, y el antiguo subdirector de Compras, Antoni Mascaró, así como otros técnicos que han comparecido, ya han aclarado la calidad de las mascarillas. El portavoz del PP en la comisión, José Luis Mateo, ha lamentado que se sabe qué se compró pero no qué se recibió. «Lo que sí que sabemos es que tenemos 1,5 millones de mascarillas que se dejaron caducar y con una investigación iniciada por la UCO en la Audiencia Nacional y en la Fiscalía europea», ha concluido el 'popular'