Para hacer esta simulación, Monserrat ha tomado como referencia un préstamo hipotecario de 250.000 euros, contratado el 1 de enero de 2016, a 30 años de plazo y un tipo variable de Euribor a 12 meses + 1,00 %. Al tomar el banco el último valor del referencial hipotecario publicado en el BOE, ha utilizado el Euribor de noviembre de cada año. «El Euribor de noviembre de 2015 estaba en el 0,079 %, por lo que el primer año el interés fue de 1,079 %. En la revisión de 2017 el Euribor ya estaba en negativo (-0,074 %) y siguió esta tendencia decreciente hasta la revisión de enero de 2022, momento en que se aplicó un Euribor del -0,487 % (0,513 % de interés aplicado). En los ejercicios 2023 y 2024 se ha experimentado un crecimiento en vertical del Euribor, pasando la hipoteca a costar un 5,022 % en la revisión de enero de 2024», expone.
En cuanto a las cuotas mensuales, el citado economista ha precisado que «el hipotecado a tipo variable pasó de pagar 813 euros el primer año, a notar una gradual pero ligera reducción de sus pagos, hasta el mínimo de 756 euros del año 2022. A partir de este momento, se siente plenamente la subida de tipos, con una escalada de los pagos de 1.073 euros en 2023 y 1.199 euros en 2024». Por tanto, se trata de «un incremento de la factura hipotecaria mensual del 70 % en solo un año, es decir, 317 euros más al mes».
En este punto, ha detallado que «en 2021 de los 756 euros que se pagaban en total por la hipoteca cada mes, unos 665 euros se destinaban a amortizar deuda pendiente y solamente 91 euros a pagar intereses. En 2024, tras la subida vertical de los intereses, de los 1.199 euros de cuota amortizaban apenas 400 euros de deuda y casi de 800 euros a intereses. En otras palabras, los intereses pagados al banco se han multiplicado casi nueve veces». La deuda pendiente ha pasado de los 250.000 euros iniciales a los 190.098 euros tras el abono de abril de 2024.
La morosidad sigue contenida
Preguntado por cómo ha afectado a la morosidad de las hipotecas la subida exponencial de los intereses, Monserrat ha respondido que «sigue contenida. Las razones son múltiples. Una de ellas es que la deuda hipotecaria es la última en dejar de pagarse. Además, las familias tenían ahorro embalsado durante la pandemia; al tiempo que muchas hipotecas en los años de tipos negativos se firmaron a tipo fijo y las entidades financieras han negociado novaciones para pasar de variable a fijo, así como otros cambios en las hipotecas variables, para minimizar los impagos».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.