El fiscal, Juan Carrau, exhibe a uno de los testigos el correo en el que se filtraron las preguntas.

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Las defensas de los seis acusados por el amaño de exámenes en la Policía Local insisten en la posible manipulación de la prueba clave. La sesión del juicio fue una sucesión de responsables de informática para valorar si el correo electrónico en el que se basa todo el caso es real o falso. La tesis de descargo se vio muy comprometida por uno de los testigos que negó de plano la posibilidad. Antes, tres más habían ahondado los fallos de seguridad: "El servidor se lo tragaba todo".

El correo en el que se filtraron las preguntas tiene como destinatario la dirección de Gmail de un agente, el testigo que desveló el caso al llevar el documento ante un notario. El remitente es también una cuenta de correo de Google a nombre del exdirector general de seguridad, el acusado Enrique Calvo. Las defensas han presentado testigos para plantear que, en 2011 existía un fallo informático en el cuartel que permitía enviar correos suplantando a cualquier remitente.

Un policía de la unidad informática detectó ese fallo apenas seis días después de que la Guardia Civil registrara el cuartel por el caso. En el juicio aseguró que se dio cuenta cuando configuraba una cuenta y que ese hallazgo nada tenía que ver con la investigación: "Le doy mi palabra que no", le dijo al fiscal. Según esta versión, sostenida por otros testigos también de la policía, bastaba con una maniobra sencilla para poder enviar correos electrónicos con la identidad suplantada.

Esa posibilidad fue descartada por un informático, analista de sistemas en ese momento del Instituto de Inovación Municipal. Aunque sí admitió la existencia de fallos graves de seguridad en el Ajuntament y la Policía Local, el fiscal le presentó el correo: de Gmail a Gmail: "Por el conocimiento que tengo yo, lo habría detectado y, o bien no hubiera admitido el correo o lo hubiera marcado como spam". En realidad, según la copia que existe aparece como remitido por un usuario conocido, lo que cuestionaría la duda que intentan introducir las defensas.

El juicio afronta su recta final con renuncias masivas de testigos por parte de las defensas que provocan huecos en el calendario. El jueves comparecerán varios peritos para incidir en la informática del cuartel y presentarán sus conclusiones las partes. Si se cumple el calendario, el visto para sentencia se dirá el lunes.