Galería de retratos en la antigua capilla del Consolat. | Jaume Morey

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El día empezó con las especulaciones –que el PSIB nunca se creyó demasiado– sobre la repetición de las elecciones en el caso de que no se llegara a la investidura de Marga Prohens. Cuando Francina Armengol comparecía en la antigua capilla del Consolat de Mar, la de los retratos de sus antecesores (los cuatro presidentes autonómicos y los dos preautonómicos) todavía no se conocía lo que han pactado PP y Vox y que presentan como preacuerdo para lo que parece un futuro Govern. Oficialmente se limita a la Mesa del Parlament, pero va más allá. Es el programa de Vox y lo es en cuestiones que la izquierda considera fundamental.

Ya no se habla de violencia de género sino intrafamiliar y hay un largo artículo, el referido a la protección de las mujeres en el que hay que leer la letra pequeña, atender a las comas y anticipar lo que ocultan las elipsis. Entre o no entre Vox en el Govern, que parece que no entrará (no en las consellerias pero sí en otros departamentos, aunque todavía queda negociación), lo que queda claro es que el futuro ejecutivo seguirá su relato. Un relato donde ya se anticipa lo que puede suceder: se habla abiertamente de llevar a los tribunales a cargos políticos y se llama a derogar «aquellas normativas que promueven el enfrentamiento o que ataquen a la unidad de la nación».

La primera consecuencia de ese pacto es que, desde hoy mismo (y hasta que la candidata del PP asuma la presidencia) el presidente del Parlament, de Vox, representará institucionalmente a Baleares en estos tiempos de mundanza en el Consolat de Mar. Armengol no es presidenta, Mae de la Concha asume sus funciones ejecutivas pero de manera interina. No es el caso, pero si le diera por aparecer hoy al rey Felipe VI por las Islas no acudirían a recibirle ni Armengol ni De la Concha. Le recibiría el presidente del Parlament, que desde hoy será de en un partido de extrema derecha.

Este lunes, antes de que todo se acelerara, Armengol dejó sin responder si sería candidata en caso de que hubiera que repetir las elecciones. Eso ya parece imposible. Es posible que Prohens sea elegida la próxima semana. Y en primera vuelta. Y con Vox fuera pero dentro. Y haciendo mucho ruido. Y el Govern estará en sus manos. En manos de Vox.