Así lo explica el doctor Jordi Puiguriguer, médico de Urgencias y coordinador de la Unidad de Toxicología de Son Espases. «Hay más de alarma social que intoxicación», asegura. No duda de que «hay inconscientes, por llamarlos así» que «agreden con jeringuillas» a sus víctimas en el ámbito del ocio nocturno pero no se produce una intoxicación. Según el experto, se trataría de una moda que los medios y las redes sociales habrían amplificado y, por ende, potenciado. En cualquier caso, en Mallorca no se ha atendido ningún caso, al menos de momento. «No tengo dudas de los pinchazos, y también de su peligrosidad, porque pueden transmitir enfermedades como la hepatitis o el sida, pero que con el pinchazo se inyecte droga no se ha podido demostrar, ni aquí, ni en otros países», añade, señalando que en Europa esta práctica comenzó la pasada primavera.
Respecto a los síntomas que se han relatado en los casos denunciados, «los análisis de tóxicos revelan que la víctima se ha tomado algo previamente, cuyos efectos muchas veces duran tras el pinchazo», explica el médico. Por otra parte, recuerda que «cuando se administra este tipo de sumisión química es para cometer un delito, se quiere inhibir a la víctima para abusar de ella», algo que tampoco ha sucedido aunque se genere el temor. Para conseguir anular la conciencia, vía pinchazo, «tendrían que añadir tantas sustancias que las jeringuillas serían muy grandes», añade, por lo que «es casi seguro que no pasa». Según Puiguriguer, «el Clínic de Barcelona, que lo investiga, ya lo trata como agresiones en un contexto en el que se ha tomado otras cosas, que son las que causarían los efectos». Ahora bien sí se han dado casos, y se han atendido en Son Espases, de personas que han tomado químicos que producen inhibición, en cualquier caso, siempre por la vía oral.
El apunte
Las intoxicaciones crecen un 20 % más que en 2019
4 comentarios
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PJBR: por supuesto que antes tambien había de todo. Pero todo ha empeorado con esta gente. Ahora se baten records cada año. Y no paran de abanderarse como los protectores y montar chiringuitos para cobrar y comprar voluntades.
"El coordinador de la Unidad de Toxicología de Son Espases dice que no han visto casos en Mallorca" Pues tranquilo y no se preocupe usted, hombre, ya los verán más pronto que tarde. Este es como el funesto Fernando Simón, aquel dechado de clarividencia y sabiduría, que aseguró al principio de la pandemia que en España sólo habría uno o dos casos aislados.
Gracias a nuestros progres y al Ministerio de Igualdad tenemos más violencia de género, más manadas y ahora pinchazos que nunca. Son un fracaso absoluto. Contraproducentes.