El grueso del texto legal ha sido aprobado con 52 votos a favor y ninguno en contra. En su intervención en el debate sobre el proyecto de ley de la ciencia, la tecnología y la innovación de Baleares, el conseller de Fondos Europeos, Universidad y Cultura, Miquel Company, ha explicado que es un nuevo marco jurídico y normativo que «da coherencia, estructura y continuidad a las políticas científicas» y parte de la base de que «la ciencia es la mayor fuente de conocimiento».
Ha recordado que hasta ahora este ámbito se regía en Baleares por la ley de 1997 de Investigación y Desarrollo Tecnológico, que ha descrito como un primer paso que sentó las bases, pero que ha quedado obsoleto. Además era necesario adoptar la normativa a la ley estatal, y tener una ley propia que reconozca singularidades como la insularidad y las peculiaridades de un territorio finito y discontinuo, ha señalado el conseller. Según Company, la ley pone en valor «el firme compromiso del Govern con la ciencia, la investigación y la innovación como nuevo modelo para la diversificación del sistema productivo de las islas».
El conseller ha defendido que «era imprescindible ordenar, asegurar y agilizar el trabajo de los investigadores y prever estructuras de gestión y de apoyo a la ciencia, y permitir la captación y retención del talento, facilitar la transparencia de los resultados de la investigación y asegurar la financiación del sistema dando estabilidad y agilidad». Sobre esa financiación con fondos públicos, ha detallado que la ley fija un incremento progresivo del presupuesto de la comunidad autónoma destinado a ciencia hasta llegar a ese 2 % en 2030. El texto legislativo contempla la perspectiva de género y pone atención en el hecho insular y fomenta la actividad investigadora e innovadora. Fomenta también la transferencia del conocimiento para promover la diversificación económica y pone el foco en la labor del investigador y la colaboración entre los agentes del ecosistema de ciencia, tecnología e innovación, y fomenta tanto la creación de empresas de base tecnológica como las vocaciones científicas.
Company ha calificado como «uno de los puntos estrella de la ley» la creación del Instituto de Investigación de Baleares, para facilitar y fomentar la actividad investigadora, «que permitirá la importante retención y captación del talento». El diputado del PP José Manuel Lafuente ha expresado su «moderada satisfacción» con la ley, pero ha echado en falta que, si se cree que la ciencia es política de estado, «debe haber una conselleria competente cien por cien»; que es necesario promover la ciencia en el sector privado y que se queda coja en promover grupos de investigación interdisciplinares y compartir espacios mixtos. Ha pedido además una gestión eficiente de los recursos y agilidad, al recordar que a nivel estatal, el 64 % de ayudas de este ámbito en el anterior ejercicio se quedaron sin ejecutar, «por una deficiente organización interna», así como que se evalúen los resultados. El PP pedía además adelantar los objetivos de financiación de 2030 a 2025. El diputado de Ciudadanos Marc Pérez-Ribas ha pedido un mayor apoyo financiero a empresas tecnológicas y de innovación y a emprendedores, un fondo de ayuda a la innovación que respalde las «buenas ideas» y que gestione la sociedad de garantía recíproca ISBA, centros tecnológicos adaptados a la realidad de Baleares y que el plan de ciencia se redacte cuanto antes. La diputada de Podemos, Gloria Santiago, ha destacado que la mirada generacional introducida en el texto es un cambio de perspectiva en la ciencia en Baleares «para que la juventud participe en todo el proceso de investigación y se garantice el relevo generacional» y además «va a saldar la eterna promesa de diversificación», saldando una deuda histórica. Joana Aina Campomar, de Més per Mallorca, ha alabado que por primera vez se haga un compromiso de garantía de financiación de la ciencia y ha defendido que la apuesta por la formación y el conocimiento «deben ser punta de lanza para hacer frente a la crisis actual, pero también a la crisis climática y de recursos».
El socialista Carles Bona ha destacado que al fin en Baleares la investigación «tenga nombre de mujer», y ha citado a Alicia Sintes, Nuria Marbá y Adoración Romaguera, que están entre las científicas más influyentes de España, así como Ana Travesset y Marta Fluxà con sus logros recientes. Para que el sistema no ponga obstáculos, «la ley contiene medidas para favorecer la carrera y actividades científicas de las mujeres, en un artículo que Vox ha querido eliminar así como todas las referencias a la perspectiva de género», ha asegurado. Ha recalcado que «las mujeres no disfrutan de las mismas oportunidades en investigación».
1 comentario
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... es un pequeño avance, esperanzador... pero no seamos hipócritas, con la de fondos que se desperdician año tras año en beneficio de confesiones religiosas, a fondo perdido, eso sí que es tirar el dinero... más ciencia y menos alimentar los corralitos de la superstición superflua...