En ese sentido, la COVID-19 ha supuesto la reducción en un 32 % del número de oficinas en las Islas: de las 627 que existían en 2019 han cerrado un total de 199 a raíz especialmente de la telematización del servicio de atención al cliente. Así, la mayoría de municipios del archipiélago cuenta con entre una y cinco oficinas. Asimismo, los habitantes de Deià, Estellencs y Mancor de la Vall deben desplazarse a otro municipios si quieren ser atendidos en persona: no disponen de ninguna oficina.
Los datos de las principales entidades financieras que operan en las Islas, según el Banco de España, confirman que no hay excepciones en esta evolución a la baja en el número de sucursales bancarias que han cerrado sus puertas en las Islas. Casos aparte por su cierre y absorción por otras entidades son los de Mare Nostrum (182 oficinas en 2015) –absorbido por Bankia, que a su vez sería absorbido posteriormente por CaixaBank– o Banco Popular Español (77 oficinas), absorbido por el Santander.
La tendencia actual de la banca a minimizar del volumen de espacios de atención al público arrincona de manera especial a la población de mayor edad, la principal víctima del recorte del recorte de plantillas y oficinas. Según resalta la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), el descenso de la población hace que las oficinas en zonas rurales dejen de tener una cantidad de clientes suficiente que garantice su rentabilidad, lo que redunda aún más en perjuicio de la tercera edad, colectivo por lo general no habituado a la banca digital y mucho más necesitada de un trato personalizado.
Cristina Borrallo, vicepresidenta de Asufin en Balears, señala que pese a que la pandemia supuso un acelerón en la desaparición de oficinas, lo cierto es que el proceso empezó a cobrar verdadera fuerza mucho antes, «justo antes de la crisis de 2008». Toda esa población mayor de 60 años, añade, «es la más perjudicada, sobre todo cuando ha de trasladarse a otros pueblos y dependen de los hijos, etc.».
Campañas
A raíz de las quejas de plataformas ciudadanas y campañas a nivel nacional como la de ‘Soy mayor, pero no idiota', la reivindicación de un mejor trato para la tercera edad llegó al Congreso y la Asociación Española de Banca publicó un decálogo de buenas prácticas destinado a reducir la brecha digital.
«Se ha conseguido que se amplíen los horarios de atención al público en estos últimos meses y se ha establecido de manera oficial un trato preferente para la gente mayor a fin de reducir sus molestias, como las de hacer cola», explica Borrallo. No obstante, el creciente problema de la extinción de oficinas no parece tener solución, dado que ese es el modelo que la banca pretende acabar imponiendo.
«La atención personal se reserva para el cliente con más dinero que quiere invertir»
La creciente tendencia a cerrar oficinas y convertir las supervivientes en una suerte de espacio que sigue el modelo de la Apple Store es un resultado inevitable de la reducción de plantillas y, por tanto, de la inevitable merma de la calidad del servicio de atención al cliente. Así lo asevera Pau Montserrat, abogado especializado gestión de empresas y vocal de Asufin, quien es además una de las voces dentro de la asociación más críticas con la deriva que ha tomado el modelo de asistencia al cliente del actual sector financiero. «El cliente de cierta edad con poco dinero no interesa. La atención personalizada se reserva solo para el de gran poder adquisitivo que quiere invertir».
4 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
Muuuuy de acuerdo, malditos bancos que no prestan atencion y los funcionarios que idean la frase del "mejor servicio" Somos viejos pero no estupidos. Cobrar si, atender, no. Les deseo lo peor. :-(
Y en 2 años más, habrá otra rebaja de la otra mitad. O sea, nos quedaremos casi sin sucursales. Y a saber, si en 5 años, todo será sin oficinas, todo vía internet o teléfono. Esperar esperar, y veréis.
kalaY dale con la cantinela del rescate a los bancos. A ver cuándo se enterarán algunos de que aquí no se rescató ningún banco. Esos llamados rescates financieros se efectuaron únicamente con diversas CAJAS DE AHORROS arruinadas por los partidos políticos y los sindicatos, con el fin de que sus desgraciados clientes y depositantes no se quedaran sin su dinero de la noche a la mañana. A ver si os enteráis ya de una vez y dejáis de dar la matraca con el rescate a los bancos, que nunca existió. Dicho esto, es indignante que esos malditos bancos estén continuamente cerrando sucursales y oficinas por doquier. Y lo que más rabia da, es que te encuentras de repente con una oficina cerrada donde acudías toda la vida y ves un cartel que dice: "Estamos en tal sitio para darle un mejor servicio". Hijos de satanás!! O sea que en una ciudad donde antes teníais 15 oficinas, ahora sólo tenéis dos o tres y encima me tomas por imbécil diciéndome ¿¿que es para darme un mejor servicio?? Es para ir con una ametralladora y hacer un desastre (en sentido figurado).