La ordenación episcopal del presbítero ibicenco Vicenç Ribas Prats (Sant Antoni de Portmany, 1968) contó con la participación de una delegación de la Diócesis de Menorca encabezada por el obispo Francesc Conesa. Le acompañaron el vicario general, Gerard Villalonga, y los presbíteros menorquines Joan Miquel Sastre y Joan F. Camps.
El nuncio apostólico en España, Bernardito Cleopas Auza; el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, y cardenal el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, presidieron la ordenación, a la que asistieron más de 2.000 fieles. El Papa Francisco nombró obispo el 13 de octubre a Vicenç Ribas Prats, que ha ejercido como administrador diocesano.
La ceremonia fue concelebrada por veinte obispos y un centenar de sacerdotes, procedentes de varias diócesis.
En la homilía, el nuncio Celopas subrayó que un obispo siempre ha de andar vigilante porque «nunca duerme». También manifestó que el ministerio episcopal es una tarea que ha de realizarse con un equipo colaboradores, reconociendo que hay sufrimientos «inherentes» a esa tarea en el seno de la Iglesia.
El nuevo obispo de las Pitiusas, dio a conocer su lema episcopal: 'Vivo et vivam pro Ecclesia' y animó a los asistentes a continuar con la obra encomendada por Jesús. También destacó la importancia del Sínodo que ahora ha empezado. Afirmó que «caminar juntos dará frutos que abrirán nuevos modos de vivir con mayor fidelidad».
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