Si el Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears avala la petición del Govern de exigir el certificado covid-19 para acceder a la restauración, la medida entraría en vigor el próximo sábado, 4 de diciembre. A partir de esta fecha, los clientes tendrán que mostrar el documento que acredita que cuenta con la doble pauta de la vacuna contra el coronavirus. Según ha explicado el portavoz del Govern, Iago Negueruela, en rueda de prensa, será el propietario del local quien tendrá que controlar que todos los asistentes a su establecimiento disponen del certificado -también podría ser el documento que acredite que ha pasado la COVID-19 en los últimos seis meses o una PDIA realizada entre las 48 y 72 horas previas- y cotejarlo con el DNI. No obstante, no se podrá confirmar la validez del QR del pasaporte hasta que el Govern no termine de habilitar la aplicación 'Verificacovid'.
Pandemia de coronavirus
¿Cómo se verificará el pasaporte covid-19 en la restauración?
También en Balears
- Un excursionista belga aparece muerto en el Camí de Cavalls
- EN DIRECTO | Sorteo de la Lotería de Navidad 2024
- El tercer y cuarto premio tocan en Ciutadella, Ferreries y Es Mercadal
- Detenida madre e hija por agresión y daños a otra mujer en un bar de Ciutadella
- La ‘general’ registra dos accidentes por semana en un año trágico para las carreteras de Menorca
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
Un llamamiento a quien no se ha vacunado?? Pero el certificado me lo pedirán a mi y no a los empleados, si quiero comer en un restaurante certificado, pero a los empleados que hacen la comida o sirven no se les pedirá! Pues se acabaron los restaurantes…la restauración no es el centro del mundo, solo se habla de ese sector
No os estáis dando cuenta y nos están convirtiendo en China, donde el ''buen ciudadano'' recibe puntos, un crédito social para hacer y comprar cosas. Vais directos al matadero, vosotros y vuestros hijos. La historia ya os pondrá en vuestro sitio, como la población más acrítica y dócil de la historia de España, y del mundo diría yo.
¿y en el supermercado? pobres empleados.