La hora de la última reforma. La imagen que ilustra esta página es del 21 de febrero de 2007 y señala la hora precisa en que el pleno del Senado ratificó la reforma del Estatut. Representantes de política balear de la época aplauden. En Madrid gobernaba el PSOE.

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Baleares tiene suficiente margen para ampliar su capacidad política y gestionar nuevas competencias, incluso sin reformar el Estatut d'Autonomia. Es cierto que, pese a la complejidad que ello supondría, también puede promover una reforma estatutaria pero el margen para ampliar el autogobierno sigue existiendo sin llegar a ese extremo.

Esa es la conclusión de un estudio sobre la mejora del autogobierno en las Islas elaborado por el Institut d'Estudis Autonòmics (IEA) partiendo de un encargo del Parlament en 2017, que se retrasó durante la pandemia por el coronavirus. El informe final se cerró en mayo, fue revisado por la Conselleria de Presidència y esta semana se ha remitido a los grupos parlamentarios.

El análisis de las competencias autonómicas de titularidad exclusiva así cómo de las que eran susceptibles de mejora se realizó durante la pandemia y eso permitió al equipo redactor atender al modelo de colaboración o ‘cogobernanza' entre Gobierno estatal y comunidades autónomas. Según ese informe, la gestión de la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la necesidad de coordinación pero que también la necesidad de mayor intervención en áreas que afectan directamente a la ciudadanía.

«Las comunidades autónomas han podido constatar, tal vez como nunca antes había ocurrido, no sólo la importancia de los mecanismos de delimitación de responsabilidades entre los diversos poderes públicos, sino también la necesidad urgente de más capacidad de intervención en las políticas públicas que afectan directamente a la vida de la ciudadanía», anota el director del IEA, Lluís Segura, en la presentación del voluminoso informe que ha coordinado.

Otro dato que se constata es que, en líneas generales, el modelo autonómico recogido por la Constitución de 1978 ha funcionado y que «ha ido acompañado de un progreso económico y social que se puede constatar objetivamente».

Un modelo propio

Después de revisar una a una la gestión de las competencias propias de la Comunitat Autónoma, su desarrollo histórico así como las interpretaciones que han hecho los tribunales en caso de conflicto, se fijan una serie de consideraciones finales analizando los dos escenarios posibles: reforma del Estatut y desarrollo competencial. Hay una competencia que Baleares ya debería estar ejerciendo la Comunitat Autòma de las Islas sin tutelas estatales: la gestión y dominio de Costas. Es una de las primeras vías de reclamación que apunta el IEA. El Govern ha señalado a este diario que la gestión de esa competencia ya se negocia con el Estado.

«Hay margen para que, sin ultrapasar el marco constitucional, las instituciones [de Baleares]  asuman más responsabilidades especialmente a lo que se refiere a la definición del modelo, territorial, económico y social del Archipiélago», resumen.

El trabajo del IEA pone el foco en otras áreas donde el Govern debería incidir: la gestión de puertos y aeropuertos de interés general; ampliar «el espacio de intervención autonómica» en comercio interior; la apuesta por el desarrollo de un modelo energético propio; desarrollo de políticas de género, inmigración o protección de menores y un modelo educativo con «perfil propio».

Más allá de una «eventual modificación estatautaria» –señala el texto–, resulta imprescindible «la urgencia de ajustar adecuadamente el reparto de competencias entre los niveles estatal y autonómico».

El IEA apunta que «parece oportuna una referencia a otro elemento de cohesión, la lengua» y que «es viable una redefinición del enunciado estatutario para clarificar el margen» y reforzar el catalán. Ahí queda la duda si habría que reformar el Estatut o no sería necesario.