«El confinamiento me cayó fatal físicamente, he empeorado mucho». A Isabel Gayá le diagnosticaron esclerosis múltiple hace más de diez años. En su momento, «fue un jarro de agua fría», reconoce, pero con el tiempo «si ves que te defiendes bien, que puedes hacer tu vida, trabajar… no te das cuenta de lo que tienes». Hace dos años empezó a verse «estrecha», tuvo que dejar el trabajo, pero ha sido durante la pandemia cuando ha notado un gran retroceso y «en nuestro caso no lo volveremos a recuperar, si eso irá a más», lamenta.
Pandemia de coronavirus
La covid-19 empeora la calidad de vida de los pacientes con esclerosis múltiple
La enfermedad de las mil caras afecta a 1.200 baleares; este domingo se celebra su Día Mundial
También en Balears
- El caso de un restaurante de Maó: «No podemos servir cenas porque no hemos encontrado personal»
- La frase más repetida esta temporada turística en Menorca: «Más gente, pero menos gasto»
- Un accidente con tres heridos obliga a cortar la carretera general durante dos horas
- Estas son las playas de Menorca que desaparecerán a finales de siglo
- Estos son los estudiantes de Menorca con mejores notas en la Selectividad: ¿qué estudiarán?
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
Segur que sí, com també de molts d'altres col·lectius. El confinament i les poques interaccions socials positives (no només anar a beure i sortir els vespres, com pensen alguns) han fet que ara hi hagi tota una sèrie de conseqüències molt negatives: increment dels casos de sobrepes i obesitat, manca de seguiment directe de casos presencials en atenció primària, retards en proves i seguiments en casos especialitzats (oncologia, pluripatologies....). I, sobretot, casos de problemes psicològics, agreujats i moltes vegades no detectats. Darrerament, he conegut d'aprop molts de casos de suïcidis i diversos d'empitjoraments d'estats de salut. La postpandèmia, també serà llarga i això que encara no hem acabat amb la pandèmia.