Jaume Matas vuelve, de forma temporal, a la cárcel que inauguró hace veinte años, esta vez como interno. En 1999 era president del Govern y asistió a la apertura del centro junto al entonces ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja. | JAUME ROSSELLO

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Jaume Matas está en la cárcel de Palma. El expresidente del Govern ha sido trasladado de forma puntual para que esté presente en el juicio del ‘caso Over' que arranca la próxima semana en la Audiencia Provincial y que sentará en el banquillo a Matas y al exdelegado del Gobierno José María Rodríguez.

Es la primera vez que se encuentra como interno en el centro penitenciario mallorquín y la situación puede prolongarse varias semanas. El juicio está señalado para una docena de sesiones, si bien se acortará de forma considerable ante la previsible conformidad de varios de los principales acusados, entre ellos Matas y el dueño de la empresa, Daniel Mercado. El expresident negocia para esquivar aumentar su pena de cárcel y eso le llevaría a reconocer que el PP de Balears se financió de forma irregular. Quien no está dispuesto a pactar es Rodríguez.

El exministro fue trasladado este lunes en avión desde Madrid a Palma y fue escoltado por dos agentes de la Policía Nacional. Por el momento permanece en el módulo de ingresos de la prisión, acompañado por otro recluso. Estará ahí toda su estancia salvo que el juicio se prolongue más allá de dos semanas. En ese caso sería trasladado al módulo de respeto de la cárcel de Palma. Su participación en la vida del centro será menor ya que depende de la cárcel de Aranjuez que es la que gestiona su expediente y su tratamiento penitenciario.

Ingreso

Matas ingresó por segunda vez en prisión el pasado mes de junio después de que el Supremo confirmara la condena de tres años y ocho meses por el ‘caso Nóos'. Permanece en la prisión de Aranjuez donde ya está clasificado en segundo grado, el habitual para el cumplimiento de una pena de esa extensión. El expresident ya cumplió una primera pena en el año 2014 de nueve meses de prisión. En aquella ocasión por un delito de tráfico de influencias que derivaba de las subvenciones concedidas al periodista que le redactaba sus discursos, Antonio Alemany.

El expresident tiene tres juicios pendientes, el de Over, el ‘caso Son Espases' y una pieza de ‘Turisme Jove'. En global afronta peticiones de pena que suman hasta 18 años y medio. Casi la mitad se la juega en el juicio que se inicia el próximo lunes. En este proceso está también citado el PP como posible responsable civil.