Pilar Costa, Biel Barceló y Marc Pons, durante la rueda de prensa del Consell de Govern.

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El Govern balear ha aprobado este viernes mediante un decreto ley la modificación de su propia ley del alquiler turístico de Baleares para regular y ordenar el negocio del alquiler turístico de pisos en el archipiélago, una modalidad con mucho éxito en los últimos años.

La ley del alquiler vacacional del PP de la pasada legislatura prohibía totalmente el alquiler turístico de los pisos y con la nueva ley aprobada el 18 de julio en el Parlament por los partidos de izquierda (PSIB, MÉS y Podemos) se pretendía ordenar este tipo de alquiler, que es muy habitual en el caso de Palma.

Sin embargo, la ley nació con contradicciones -resultaba inaplicable- por las objeciones de última hora que puso Podemos, por lo que hoy el Govern ha salvado la situación con este decreto ley.

El alquiler de pisos a turistas continuará prohibido en Baleares hasta que los consells insulars y el Ayuntamiento de Palma determinen en qué zonas y con qué condiciones se autoriza. Tienen un año para decidir si lo permiten y en qué modalidad.

Por ejemplo, es muy posible que en la capital balear, gobernada por las formaciones progresistas, será legal el alquiler vacacional de la vivienda habitual durante un máximo de 2 meses, siguiendo el ejemplo de Amsterdam, mientras que en toda la isla de Ibiza puede que se prohíba totalmente.

La ley sí permite el alquiler a turistas sin límite de tiempo en viviendas unifamiliares -chalés- y pareados.