David Abril, Biel Barceló y Francina Armengol conversando en el Parlament durante un anterior pleno de la Cámara.

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Una explicación «clara», «concluyente», «convincente» y «rápida». Es lo que busca el Consolat del Mar –es decir, el núcleo duro del Govern– para atajar la polémica suscitada esta semana por las contrataciones de las conselleries de MÉS en el Ejecutivo y por la polémica suscitada en torno a la regulación del alquiler a turistas.

La regulación del alquiler turístico, que este viernes será examinada en el Consell de Govern con independencia de que finalmente se apruebe la ley es el principal asunto que ahora llevaba entre manos el conseller de Turisme y vicepresidente del Ejecutivo Biel Barceló. Este jueves en la sede de MÉS, se reunieron cargos del partido y del Govern.

El objeto de la reunión, como de la que se celebró el día anterior entre los portavoces del los partidos del Pacte, era definir una estrategia de respuesta ante la evidencia de que los departamentos de MÉS han adjudicado, mediante la fórmula de contrato negociado sin publicidad, diferentes proyectos a dos consultorías del exjefe de la campaña electoral del partido de 2015, Jaume Garau. La presidenta Armengol y el vicepresidente Barceló van de la mano en este asunto, según se insiste desde el Consolat.

Al Govern no le interesa en absoluto una crisis en este momento. De ahí el empeño en 'salvar' a Biel Barceló. La estrategia es muy parecida a la que se empleó con Alberto Jarabo (Podemos) ante las críticas internas de su partido.