En este primer escrito, que incluye numerosas referencias a citas y declaraciones del Papa Francisco, quien asumirá el gobierno de la diócesis durante el periodo de sede vacante -hasta el nombramiento del nuevo prelado titular- afirma que "nos preocupa todo".
A continuación menciona: "la educación, la sanidad, la falta de trabajo, el ámbito de los jóvenes y de las familias, la indiferencia religiosa, las diferencias y la exclusión social, la violencia verbal y física, la preservación de los espacios naturales, el fenómeno del turismo, el compromiso político y la necesidad de diálogo constructivo, los agentes económicos, el mundo mediático, de la universidad y la cultura, cualquier irresponsabilidad propia y ajena".
"Y nos preocupa sobre todo -añade el obispo nacido en Ciutadella en 1948, que desde marzo de 2009 ejerce como auxiliar de Barcelona- cómo estar presentes y activos para influir positivamente desde nuestra fe, ofreciendo lo mejor del Evangelio hecho vida en nosotros y en tantos otros con quienes compartimos valores, sentimientos, convicciones y opciones".
Pide disculpas Sebastià Taltavull porque "vaya tan directo al grano, pero es urgente que seamos fieles al mensaje que debemos comunicar y a los gestos que deben hacerlo creíble".
La caridad le obliga a decir al administrador apostólico de Mallorca, con el Papa Francisco, que "no quiero una Iglesia preocupada para ser el centro y que acabe clausurado en un enredo de obsesiones y procedimientos".
El deseo del nuevo pastor de la Iglesia mallorquina que "en esta aventura nos sintamos alegremente implicados y animados a caminar juntos, regalándolos afecto y confianza unos a otros".
En esta salutación transmite un "recuerdo afectuoso para los pastores que he conocido y que me han precedido en esta sede, el obispo Tedoro Ubeda, el obispo Jesús Murgui y el obispo Javier Salinas. Contarán siempre con mi plegaria y afecto fraternal".
Sebastià Taltavull, desde la intercesión del beato Ramon Llull, al que califica de "hombre de nuestra tierra", se dirige a la Mare de Déu de Lluc con esta plegaria: "siau vós la llum divina que il.lumini el nostre camí".
El administrador apostólico de Mallorca asevera, en referencia a la Iglesia, que "no somos una entidad privada que se recluye en sí misma, sino que queremos ser levadura de transformación evangélica. En este momento se percibe que hay muchos que dudan, pero también muchas otras personas que dudan de sus dudas, y tanto unos como otros puede que busquen sinceramente un sentido que oriente su vida, un acompañamiento que los anime, una amistad que los haga entrar en sintonía, que los integre socialmente y cree vínculos de buena vecindad y comunión fraterna".
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