Pascual Vives ha defendido la actuación de Iñaki Urdangarin, que ha asistido este martes a la penúltima sesión del juicio, tanto en el Instituto Nóos como en sus actividades posteriores sometidas a escrutinio en la vista celebrada desde enero ante la Audiencia de Palma.
El Instituto Nóos cobró 6,5 millones de euros de fondos públicos de las administraciones valenciana y balear, pero Pascual Vives ha asegurado que no se le puede reprochar a Urdangarin que todo lo que él proponía «era inmediatamente aceptado sin más».
«Era una persona con unos conocimientos de carácter deportivo y que forma parte de determinada institución, se ha dicho que la más importante del país, pero si bajo el brazo no traía una idea interesante, nadie lo contrataba», ha asegurado, y ha recordado que propuso que Nóos organizara unos foros sobre salud en Barcelona que fueron rechazados.
Según su abogado, al marido de la infanta sólo se le han contratado «ideas interesantes y útiles», aunque «nadie quiere creerse que se trabajaba a riesgo y ventura».
Se ha referido en concreto a la acusación relativa a los 144.000 euros que cobró la Fundación Deporte Cultura e Integración Social (Fdcis) como donación de la candidatura olímpica Madrid 2016 y ha negado que Urdangarin cobrara nada de esa cuantía por su labor de «lobby», tratando de recabar apoyos de miembros del COI.
«Lo hizo por su país y por algo que él lleva especialmente dentro, que es todo el movimiento olímpico», ha manifestado Pascual Vives ante el tribunal. Ha negado también que realizara esa labor de modo «oculto o disimulado».
El letrado ha resaltado que el reproche de que Nóos tuvo elevados ingresos pese a ser una asociación sin ánimo de lucro se basa en la interpretación «coloquial» de esa última expresión.
«Sin ánimo de lucro solo significa la prohibición de reparto de beneficios; eso no impide que la asociación pueda tener un superávit», ha recalcado el abogado, que ha equiparado en este sentido a Nóos con el Fútbol Club Barcelona.
Al inicio de su intervención, cuando argumentaba que no se iba a referir a incidencias en el proceso de instrucción, ha criticado sin precisar a quién se refería «la inicial precondena formulada por determinado jefe de la Casa Real, quien fue el primero en tirar la piedra sin estar libre de pecado».