El Govern quiere destinar parte de la recaudación de la ecotasa a un plan de Imserso balear

Sería, ha dicho, «un plan como un Imserso entre Islas en un proyecto a tres años para que nuestros mayores hagan turismo entre islas», algo que, además, ayudaría «a la tan ansiada desestacionalización» que es, ha admitido, el objetivo que busca la comunidad desde hace 20 años.

Así se ha pronunciado Carbonell durante una jornada del curso de directivos de las administraciones públicas donde ha explicado que el impuesto de turismo sostenible representa para el Govern «un instrumento para preservar nuestro territorio y devolver al destino parte de lo que aporta para llevar a cabo nuestra principal industria».

Carbonell, que ha centrado parte de su exposición en el fuerte incremento de población que experimenta la comunidad durante la temporada alta, ha apuntado que, de los 13 millones de turistas que recibe la comunidad, el 80 por ciento llega entre abril y octubre. Esto, ha explicado, supone que son necesarias unas infraestructuras que se deben mantener también durante los meses de invierno.

En este sentido, ha indicado que esta situación también afecta «al tema de los servicios básicos» y, así, ha declarado que únicamente los comas etílicos que se atienden en los servicios de Urgencias aumentan un 10 por ciento durante el verano.

Por todo ello, la directora general ha defendido la necesidad de «devolver y preservar» el territorio para «garantizar el futuro de nuestros ciudadanos y que nuestros nietos puedan volver a Baleares y encontrar el territorio tal y como lo tenemos ahora».

Carbonell ha recordado también la primera ecotasa que se puso en marcha en el año 2001 en Baleares con unas «finalidades bastante parecidas». Sobre ésta, ha declarado que los ciudadanos entendieron que «fue una buena idea pero mal gestionada y mal implantada», por lo que ha lamentado este «dinero que hemos dejado de ingresar» por este concepto y que se hubiera podido dedicar a «finalidades medioambientales, de mantenimiento de recursos básicos, preservación de territorio y patrimonio histórico. Hemos perdido 15 años», ha opinado.

«Desde el Govern no lo vemos como un impuesto, sino como un instrumento de poder llegar a recaudar un importe», ha manifestado la responsable en Turismo, que ha confiado en llevar a cabo un «cambio de modelo» para «conseguir un turismo más sostenible».

De esta manera, ha hecho hincapié en la campaña que se desarrollará en los establecimientos hoteleros para sensibilizar a los visitantes sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente y de ahorrar agua.

Por otro lado, Carbonell ha recordado que el impuesto de turismo sostenible todavía no está totalmente definido, si bien ha recordado que el Govern, a diferencia de Podemos, apuesta por tener una bolsa común de la recaudación «y no dividirlo individualmente por las Islas» para que, de ésta, se haga «un reparto por proyectos» porque, en caso contrario, «los grandes proyectos no se llevarían nunca a cabo».

En cuanto al tema de los apartamentos turísticos, Carbonell ha señalado que la administración autonómica está «intentando buscar una solución para regularlos y que, los que cumplan ciertos requisitos, puedan pasar a ser legales». «Es un tema muy complejo, con problemas a nivel social», ha reconocido.

También se ha referido a la oposición que existe en la comunidad en la aplicación del impuesto, especialmente por parte del sector hotelero, que representa «un lobby de presión muy fuerte». «Tenemos que hacer una gran campaña de sensibilización y dar a conocer los motivos del impuesto y que no tengamos esos problemas con el sector», ha manifestado.

Finalmente, Carbonell ha señalado que Baleares espera recibir unas 125.000 personas de cicloturismo entre los meses de marzo a junio y ha apuntado que dentro de dos semanas el Govern acudirá a la ITB de Berlín para hacer promoción específica de este sector.