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El juez que instruye el caso Nóos, José Castro, retoma hoy, a partir de las 9.30 horas, su interrogatorio al duque de Palma, tras una primera jornada celebrada ayer que se prolongó durante más de ocho horas y en la que Iñaki Urdangarin aseguró desconocer los aspectos que rodeaban a las facturas que se le han ido exhibiendo durante su comparecencia, debido a que era su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres, quien se encargaba de adoptar resoluciones en materia de contratación.

De esta manera, el Duque de Palma se desvinculó cualquier responsabilidad en esta cuestión, trasladándola a su exsocio. Además, a lo largo de un minucioso interrogatorio en el que el marido de la Infanta Cristina respondió tranquilo a las preguntas, reconoció que se reunió en el Palacio de Marivent, en 2003, con el expresidente del Govern balear, Jaume Matas, y el exdirector general de Deportes José Luis 'Pepote' Ballester, a fin de negociar la posibilidad de que el Ejecutivo autonómico patrocinase el equipo ciclista Banesto, que tras esta operación adoptaría el nombre Illes Balears-Banesto.

Urdangarín manifestó también respecto a sus contactos con Matas, que con él llegó a jugar al pádel en la residencia de los Reyes en Mallorca, si bien insistió en que las decisiones adoptadas en el Instituto Nóos las adoptaba su exsocio Diego Torres, al defender que él no adoptaba resoluciones en materia de contratación. A preguntas sobre operaciones entre diversas sociedades, el duque de Palma quiso dejar muy claro que tan sólo había estado vinculado a Nóos Consultora, como socio al 50%, y a Aizoon, como socio y administrador. Insistió en que nada tenía que ver, ni como accionista ni como gestor, en las otras empresas investigadas: Bufete Tejeiro, Virtual Estrategies, Intuit, Shiriaimasu y De goes, entre otras. Urdangarin acotó su responsabilidad a las gestiones que realizó como presidente del Instituto Nóos, dentro de un ámbito de competencias limitado a sus conocimientos en patrocinios y deportes. Se desvinculó, una y otra vez, de la llevanza de la contabilidad y de las operaciones entre sociedades contenidas en el sumario y de las que declaró no saber nada.

También quiso aclarar el Duque de Palma que su esposa, la Infanta Cristina, no era responsable de la gestión de ninguna de las sociedades y que su papel en el Instituto Nóos era puramente testimonial. Preguntado si era cierto que la Casa del Rey le había ordenado, en 2006, abandonar sus actividades privadas, Urdangarín explicó que Juan Manuel Romero le solicitó en esas fechas que dejara de contratar con las administraciones públicas y así lo hizo.

Tras un receso, el interrogatorio giró hacia las cuestiones penales investigadas en la pieza 25 del caso Palma Arena, y en concreto acerca del patrocinio del equipo Banesto. En este sentido, los investigadores apuntan a que el Duque de Palma exigió 300.000 euros al Govern tras proponer a Matas que la administración patrocinase el equipo deportivo. Al respecto también fue interrogado la pasada semana el exgerente del Instituto Balear de Turismo (Ibatur), Juan Carlos Alía, quien afirmó que todo lo vinculado al Illes Balears procedía de Matas, puesto que "era un proyecto personal suyo".

Según dijo, cuando Ballester le transmitió que el Ibatur debía participar económicamente en la promoción del equipo ciclista Illes Balears-Banesto en favor de Nóos Consultoría Estratégica, le pareció que la decisión de adjudicar este contrato de patrocinio a la entidad privada ya estaba tomada de antemano. Sin embargo, aseguró no haber sospechado en su día de que hubiese algo ilícito o ilegal en este contrato para la elaboración de material publicitario del equipo sin que mediase concurso alguno.