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El ex presidente del Govern, Jaume Matas, abandonó en torno a las 14.15 horas los Juzgados de Vía Alemania en medio de fuertes abucheos de una treintena de personas que esperaban a las afueras de las dependencias judiciales. Acompañado por su mujer, Maite Areal, y su letrado, Rafael Perera, el ex ministro se introdujo en un vehículo rodeado de una multitud de cámaras y fotógrafos.

"Chorizo" y "corrupto" fueron los gritos más escuchados a su salida, tras ser suspendidas las declaraciones que estaban programadas para hoy, es decir, las de Matas, Areal, el hermano de ésta y ex tesorero del PP, Fernando Areal, y el presunto testaferro del ex presidente, Bartomeu Reus, y que se retomarán mañana a las 9.00 horas.

El aplazamiento se produjo a petición de Perera después de que fueran aportadas nuevas pruebas en forma de escuchas telefónicas a raíz de la intervención del teléfono de Fernando Areal en diciembre de 2009, y que podrían comprometer a algunos de los imputados. Unas grabaciones que comenzaron a escucharse durante la declaración de Areal y que provocó la queja de algunos letrados, al interpretarlas como un motivo de indefensión ante estas nuevas pruebas aportadas.

Sin embargo, Areal negó recordar estas grabaciones, y de inmediato se produjo un receso para analizar esta situación. El interrogatorio se reanudó en torno a las 12.30 horas y continuó con normalidad hasta finalizar en torno a las 13.30 horas. En cuanto a la posibilidad de que la Fiscalía solicitara medidas cautelares contra el imputado, éstas se conocerán una vez declaren los cuatro encausados.

En concreto, las deposiciones se reanudarán a las 9.00 horas con la comparecencia de Reus, a la que seguirán la de Maite Areal y la de Matas, que se prevé como la más larga. Deberán dar explicaciones sobre el presunto desvío de fondos públicos durante la construcción del Palma Arena, el incremento patrimonial del ex presidente y la presunta financiación irregular del PP.