Forn Can Bufí, el sabor de la tradición más ibicenca
Desde el año 2000 dispone de horno propio donde elabora sus productos de panadería, dulces típicos y comida casera para llevar. Además, vende a través de diez tiendas repartidas por Eivissa
La tienda de la calle Felipe II, en Eivissa, es la última que ha abierto el Forn Can Bufí. También vende mediante diversos establecimientos de la isla.
Pepa Ramón y su marido, Joan Bufí, empezaron a vender pan y los dulces típicos, que Pepa elaboraba artesanalmente en casa, en una pequeña tienda de la calle Cataluña de Eivissa a mediados de los años 80. Una actividad que complementaba el trabajo como agricultores que ambos llevaban a cabo en su finca de Santa Gertrudis, cuyos productos también empezaron a vender en un puesto del Mercat Nou. «Empezamos vendiendo pan de otra panadería, flaons y orelletes. Los fines de semana, nuestros hijos, Toni y María, venían a ayudarnos a la tienda del Mercat Nou», explica Pepa. Un negocio que decidieron impulsar con la puesta en marcha de un horno propio en el año 2000 en unas pequeñas instalaciones de apenas 150 m2 en la carretera de Sant Miquel que a los pocos años tuvieron que ampliar y en las que hoy trabajan a diario decenas de personas para suministrar productos de panadería, repostería y comida casera a los diez puntos de venta queForn Can Bufí tiene en la isla de Eivissa.
«Nos esforzamos mucho en hacer un producto bueno, de calidad y tradicional. Estamos empeñados en que no se pierda lo nuestro», apunta Pepa Ramón sobre el éxito de Forn Can Bufí. Entre los diferentes productos de repostería tradicional ibicenca, la estrella del Forn Can Bufí es el flaó, que antiguamente se elaboraba por Pascua pero que ahora se consume todo el año. «También hacemos orelletes, magdalenas ibicencas y bunyols», recita Pepa. Y en Navidad no ha faltado en ningún hogar de Eivissa el postre por excelencia de estas fechas: la salsa de Nadal acompañada con bescuit. «Fuimos los primeros en distribuir salsa de Nadal», recita la fundadora del Forn Can Bufí. El amor por lo tradicional en el Forn Can Bufí no tan solo se centra en la repostería ibicenca sino que también se encuentra en la comida para llevar que a diario ponen a disposición de los ibicencos en sus puntos de venta repartidos por toda la isla. Sofrit pagès, frita de polp o el cuinat típico de Semana Santa. «La comida para llevar funciona muy bien porque hoy en día nadie quiere cocinar», destaca Toni Bufí, el hijo de Pepa y Joan que está al frente de Forn Can Bufí. «Es comida casera, sin aditivos ni nada, como si lo hicieras en casa. Y esto te da toda la tranquilidad del mundo. Tenemos mucho cariño por la tradición y gente muy responsable en la cocina», apunta Pepa Ramón. Y añade: «Vendemos muchísimos platos de cuinat en Semana Santa. La gente ha dejado de elaborar estos platos típicos en casa, pero los sigue consumiendo».
En Forn Can Bufí empezaron con la comida preparada cuando abrieron la tienda de Santa Gertrudis, ya que el local contaba con una cocina. Un sistema que quisieron exportar a otros establecimientos pero finalmente vieron que no era factible, por lo que decidieron apostar por una cocina central y distribuir la comida a los distintos tiendas de Forn Can Bufí. «No era viable hacer seis compras para seis cocineros distintos en seis puntos de venta diferentes. Ahora lo tenemos todo centralizado y lo empaquetamos todo aquí. Todo tiene que ir muy bien etiquetado». Forn Can Bufí también tiene disponibles todos sus productos en la plataforma de servicio a domicilio Glovo.
El último punto de venta que abrieron fue el situado en la confluencia de las calles Felipe II y Gaspar Puig, en el barrio de es Pratet de la ciudad de Eivissa. Fue en diciembre de 2019, apenas tres meses antes del inicio del confinamiento por la pandemia de coronavirus. «El covid nos hizo tener que envasarlo todo. El envasar la comida recién hecha también hace que tenga una mayor calidad y durabilidad», señala Toni Bufí. La pandemia obligó a los responsables de Forn Can Bufí a replantear su estrategia de crecimiento. «Antes del covid éramos un centenar de trabajadores y tuvimos que hacer una reestructuración importante y mirar los costes con lupa. Desde entonces, no hemos abierto ninguna tienda más para asentar bien lo que tenemos. Ahora ya nos hemos estabilizado», explica Toni Bufí. Para el máximo responsable de Forn Can Bufí, la pandemia «fue un tramo complicado, de incertidumbre total» en la que se vieron «obligados a despedir a gente que no teníamos ninguna intención de desprendernos de ella» para salvar la empresa.
RETO. Para Carlos Torres, responsable de negocio de Forn Can Bufí, «el reto de las empresas ibicencas es captar a las nuevas generaciones. A Eivissa viene mucha gente extranjera y joven y hay que adaptarlos a consumir estos productos». En definitiva, transmitir la tradición de consumir flaó, las orelletes o el sofrit pagès a los jóvenes cuyas familias quizás ya no elaboran estos platos típicos de la gastronomía ibicenca pero que sí pueden encontrar en Forn Can Bufí. «En cada uno de nuestros sabores hay una historia detrás. No es lo mismo comerse un donut que una orelleta. Y en Forn Can Bufí no queremos que se pierda esta tradición», señala Torres.
Donde lo tienen más difícil en Forn Can Bufí es en el cambio de hábitos de los consumidores con el pan. «La venta de pan ha bajado: la gente busca barras y panes especiales y cada vez consume menos pan payés. Los hábitos han cambiado y la gente joven come sin pan», destaca Toni Bufí. Entre el surtido de panes de Forn Can Bufí hay pan payés, llonguets, vienas, barras «y panes especiales que hemos ido introduciendo para tener más variedad», como el pan elaborado con harina de trigo xeixa, una variedad propia de Eivissa. «Lo importante a la hora de hacer pan es usar buenas harinas, es imprescindible cuidar bien la materia prima. Si no lo haces así es imposible tener éxito», comenta Pepa Ramón.
Como en toda empresa dedicada a la alimentación, en Forn Can Bufí llevan a cabo una «inversión importante» en personal para tener al día toda la burocracia, «que se ha multiplicado exponencialmente desde que abrimos». Mientras, observan cómo mucha gente anuncia y ofrece sus productos en las redes sociales y los vende sin ningún tipo de control. Otra de las dificultades que tiene la empresa, al igual que la inmensa mayoría de los negocios en Eivissa, es encontrar trabajadores. Por suerte, Forn Can Bufí cuenta con un alto porcentaje de empleados que llevan muchos años en la empresa y que gozan de la confianza plena de la dirección. «Los que vienen están poco comprometidos. Antes tenían interés en aprender y crecer dentro de la empresa. Aquí tenemos oficinistas, cocineros, panaderos, repartidores, pasteleros… Muchos llevan desde que abrimos el horno y buscamos a gente que evolucione con nosotros», sostiene Toni Bufí. Forn Can Bufí recibió en 2021 el Premio Pimeef a la empresa más destacada en la categoría de mediana empresa.