Este crecimiento diversificado no solo fortalece la economía local, sino que también crea un entorno resiliente y adaptable ante futuros desafíos. He vivido algunas épocas de vacas gordas, como las actuales, y sé que a estas les sucederán las flacas… es ley de vida (económica).
Las oportunidades que presentan algunos sectores deben ser aprovechadas y encauzadas hacia un desarrollo sostenible y equilibrado. Ahora es más fácil aprobar algún tipo de regulación que cuando los problemas sean de actividad y crecimiento.
Pienso que existe un compromiso por parte de las autoridades locales y una oferta clara de colaboración del sector privado muy interesado en mantener y potenciar este crecimiento futuro.
Por todo ello, creo que debemos tener muy presentes los siguientes sectores:
El sector turístico, pues el turismo sigue siendo el motor económico principal, con un auge en el segmento de lujo, que ha aumentado la demanda de alojamientos de alta gama y experiencias exclusivas, generando numerosas oportunidades de empleo.
El sector náutico ha crecido exponencialmente, con alta demanda de alquiler de yates y actividades acuáticas, consolidándose como destino preferido para el turismo náutico de lujo e impulsando el desarrollo de infraestructuras portuarias.
Muy importante, no solo a nivel económico, es el sector agrícola y pesquero, dada la producción local de hortalizas, frutas y pescados frescos, con un enfoque creciente en la pesca sostenible y la agricultura ecológica.
El sector inmobiliario sigue en auge debido a la alta demanda de inmuebles y ahora, sólo a la espera de que se impongan los desarrollos más sostenibles y respetuosos con el entorno.
Por último, cada vez va a cobrar más importancia la digitalización para hacer ganar competitividad y eficiencia a nuestras empresas.