Claro está que los analistas pueden intentar predecir estos datos para hacer valoraciones, aunque hay que ni siquiera eso y se basan únicamente en la empresa, perspectivas, flujos de caja, deuda…
Todas las cotizadas tienen la obligación de presentar resultados cada tres meses, normalmente coincidiendo con trimestres naturales, y ahora estamos en plena avalancha. Momento con una importancia capital: por un lado porque muestran la realidad de beneficios, ventas, rentabilidad, clientes… y por otro, porque, normalmente, lanzan «guidance» (perspectivas) para los siguientes.
Las variaciones respecto a lo que esperaban los analistas hacen que se modifiquen las valoraciones para bien (si la sorpresa es positiva) o para mal (si es negativa).
Aunque Europa va con retraso respecto a Estados Unidos ya se conocen un buen número de resultados: hasta el viernes pasado el 46% de las publicaciones habían superado expectativas, cifra muy inferior a la americana (casi el 80%) y a otros trimestres.
Aún así, la mayoría de bolsas están en máximos ya sean históricos (DAX alemán, CAC francés o AEX holandés) o relativos (EuroStoxx, o MIB italiano) mientras que hay otros retrasados como el Ibex o el FTSE británico. Esto se puede ver en clave resultados: han mostrado números muy buenos y por encima de las expectativas varias tecnológicas alemanas con mucho peso como SAP; en Francia el lujo, muy castigado desde hace meses ha demostrado que este «castigo» era excesivo viendo las fuertes subidas de Louis Vuitton, Kering o Hermes post-resultado, mientras que en Países Bajos las estrellas han sido otras tecnológicas como las fabricantes de componentes para hacer semiconductores ASML o ASM o la de medios de pago Adyen (por ejemplo, quién tenga activa «Bici Palma» podrá ver que para pagar ha utilizado esta plataforma).
Desgraciadamente, en España no hay ni tecnología ni lujo, aunque es verdad que los bancos han presentado también resultados por encima de previsiones lo que ha impulsado al Ibex, pero no lo suficiente para compensar otros sectores de peso como las utilities o la penalización del mercado a Santander debido a un problema relacionado con Irán.
Bancos que también han aupado al MIB italiano, especialmente Uncredit. Aunque el gran ganador de este trimestre en Europa es la fabricante de semiconductores británica ARM que se ha llegado a duplicar en solo unos días tras la presentación de sus cuentas, lo malo para el índice británico es que cotiza en el Nasdaq americano a pesar de tener sede en Cambridge (y ser de propiedad mayoritaria de la japonesa Softbank).
Aún con estos buenos números, hay empresas y sectores que se han quedado atrás, la duda es ver si el cambio de políticas monetarias que están «al caer» les irá beneficiando en las próximas presentaciones.