Pedro Pascual, propietario de Viva Hotels & Resorts. | A.G.

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Pedro Pascual, propietario de Viva Hotels & Resorts, cataloga la temporada como buena. Explica que los ingresos han sido superiores, pero que los gastos también han aumentado. Respecto a la rentabilidad, el hotelero explica que será similar a la de 2019. «Ha sido una temporada diferente. Hemos tenido prácticamente los mismos niveles de ocupación que el 2019, con precios algo mejores. Los ingresos han sido por consecuencia algo más elevados, pero los gastos también han subido considerablemente. Era un año con unas expectativas muy inciertas y al final podemos considerarlo un año bueno, similar al 2019. La rentabilidad real será similar a los niveles del 2019, hemos tenido que superarnos y lograr una buena labor comercial para lograrlo ya que los gastos, la inflación, los aumentos de costes, tanto de personal como de compras etc. han mermado la rentabilidad real. Y a pesar de los aumentos, es importante que no olvidemos que venimos de dos temporadas en rentabilidades negativas», menciona.

Pascual explica que la turoperación ha recuperado protagonismo. «Los turoperadores han recuperado su notoriedad, e incluso han aumentado en temporada alta su capacidad aérea, debido a la fortaleza de nuestro destino. Los turoperadores están muy organizados tienen sus páginas web, tienen sus aviones, etc. Siempre serán necesarios. No podemos pensar en que sean sustituidos», indica.

Asimismo, destaca que la circularidad y la sostenibilidad lleva muchos años presente en Viva. «La circularidad y los planes de sostenibilidad llevan muchos años presentes en nuestra empresa. Participamos en el proyecto Finhava, centrado en la circularidad a nivel local. Permite monitorizar los residuos y la trazabilidad completa del ciclo alimentario, desde la recogida del residuo orgánico en nuestro hotel que las empresas agrícolas utilizan para hacer compost, hasta la compra de frutas y verduras cultivados en esos campos. Además, apostamos por la instalación de placas solares, eliminación de calderas de gasoil, instalación de calderas biomasa, eliminación de plásticos...», explica.

El propietario de Viva Hotels es partidario del cambio de uso sin restricciones para fomentar la supresión de las plazas hoteleras más obsoletas. «Un tema importante es el cambio de uso del establecimiento hotelero y eliminar las exigencias de que tenga que haber el 50% de las viviendas resultantes de las viviendas protegidas, tendría que ser libre, en todo caso exigirlas en otro solar. Tendría que potenciarse el cambio de uso como solución por eliminación de plazas obsoletas. La suspensión durante cuatro años de venta de plazas hoteleras para establecimientos nuevos y casas vacacionales está condicionada a estudios de carga que si realmente se hacen antes de los cuatro años se podrá levantar, esperemos que sea así. La planta hotelera no está totalmente reformada, diríamos que hay un 40% sin reformar aproximadamente. No se entiende que para reformar y aumentar de categoría y modernizar haya que penalizar plazas turísticas al establecimiento. La modernización requiere inversiones que ayudan directamente a muchos sectores, el aumento de categoría es dar más servicios y aumentar el número de personal, aumenta la calidad de los turistas», acaba señalando el propietario de Viva Hotels & Resorts.

Respecto a la masificación, Pedro Pascual hace dos puntualizaciones, sobre el calendario y sobre la población. «Masificación turística ha habido en puntos concretos y no en todas las playas ni en todas las zonas turísticas y en zonas no turísticas. Es necesario hacer un plan y estudio de las zonas saturadas y adoptar medidas concretas. Hay ciudades europeas en las que a los turistas que llegan en crucero se les da información con medios online de los puntos de mayor afluencia para evitar aglomeraciones. Realmente la masificación se produce los meses de julio y agosto, en septiembre y octubre baja considerablemente, a pesar de que estos meses tenemos los hoteles con buenas ocupaciones», señala. «Hay un factor que no se tiene nunca en cuenta, y es al aumento de densidad de residentes. En diez años hemos pasado de 600.000 a 1.200.000», recuerda. Como soluciones para evitar la masificación, propone potenciar el transporte público, actuaciones en puntos de las carreteras en los que se producen aglomeraciones en todo el año, a veces sin turistas, e inversiones en depuradoras y recursos hídricos.