El director de El Económico, Pep Verger, explica la visión de Abel Matutes e Isabel Oliver sobre la situación turística en Balears.

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No hay confrontación, sino diálogo. El empresario Abel Matutes y la secretaria de Estado de Turismo Isabel Oliver intercambian opiniones, discrepan en ocasiones, pero ambos mantienen siempre una cordialidad máxima.

El remozado Only You Atocha, propiedad del ibicenco, acoge un encuentro marcado por la sinceridad y por la búsqueda de soluciones. Las coincidencias también son abundantes, especialmente cuando la conversación discurre por la necesidad de que todos los actores implicados en el turismo cumplan con la normativa vigente.

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Abel Matutes Juan (Eivissa, 1941) convive con una biografía marcada por la política. Empresario de cuna, alejado de la arena política desde el año 2000, su trayectoria empresarial es modélica. Presidente del Grupo Palladium, cuenta con un diversificado conglomerado empresarial con intereses tanto en España como en el extranjero. Preside también la Mesa del Turismo. Vive en Eivissa, aunque sus viajes a Madrid son frecuentes, y tiene un despacho permanente en la suite 713 del hotel Only You Atocha.

Su interlocutora, Isabel Oliver Sagreras (Campos, 1961), es licenciada en ciencias biológicas. Vive la política con pasión y ejerce desde el pasado 19 de junio de secretaria de Estado de Turismo. Se ha instalado en Madrid, aunque su viajera agenda la lleva de aquí para allá de forma habitual.

La temporada recién acabada despierta los primeros consensos. Ambos coinciden en señalar que ha sido buena. “Después de unos años buenos, muy buenos, este año se ha notado una cierta ralentización. Túnez, Turquía o Egipto han experimentado crecimientos muy importantes y es normal que una parte de los turistas que nos habían prestado vuelvan a destinos que tradicionalmente han sido competidores. Es probable que está ralentización se siga notando, e incluso se acentúe, en los próximos años, puesto que estos países no han recuperado aún unos niveles de ocupación satisfactorios. Es un trabajo de todos, también de la administración pública, que esta ralentización afecte de forma leve”, asegura Matutes con el asentimiento de Oliver, que recuerda que venimos de las mejores temporadas turísticas de la historia, si nos referimos solo a ocupación y número de visitantes.

Matutes, avezado conversador y profundo conocedor de la realidad turística española, no duda en lanzar una petición a Oliver. “Yo le pediría lo mismo que he solicitado a sus predecesores y que absolutamente todos han aceptado, aunque después no lo han llevado a cabo. Creo que sería una gran noticia para España que la administración, al más alto nivel, tome conciencia de que el turismo es absolutamente esencial para la economía española. Yo le pediría que se reimplantara, en cierta medida, el modelo que implantó Felipe González, que situó a la Mesa del Turismo como una herramienta de trabajo fundamental. Puso a toda la administración al servicio del turismo”, recuerda el empresario, que reivindica también la necesidad y conveniencia de que Turismo cuente con un ministerio propio.

Matutes tiene claro que Isabel Oliver sería ministra, y no secretaria de Estado, si la decisión estuviera en su mano. Oliver, como no puede ser de otra manera, evita concretar su parecer. “Yo no puedo contestar exactamente a esta pregunta. Uno de los motivos que justifican que no exista un ministerio es que muchas de las competencias de turismo recaen ya en las comunidades autónomas. Además, que yo recuerde, nunca ha existido un ministerio de Turismo. En todo caso, desde el Gobierno somos conscientes de la importancia capital que tiene el turismo”, explica la secretaria de Estado.

REFORMAR LAS LEYES. Oliver ha anunciado su intención de reformar la Ley de Propiedad Horizontal y la Ley de Arrendamientos Urbanos. Explica el sentido de las reformas que propugna, critica la inacción del gobierno anterior y asegura que el gobierno no invadirá en ningún caso competencias autonómicas.

“El anterior gobierno, ante un fenómeno en expansión como el alquiler vacacional, el uso turístico de viviendas, mantuvo una inactividad absoluta. No hizo nada. Así, todas las comunidades autónomas, que son las que tienen las competencias en materia de ordenación, han ido desarrollando diferentes normativas. Los intereses de las comunidades sobre el alquiler turístico son diferentes. Es un tema complejo y que cuenta con múltiples actores. Competencialmente, intervienen la Unión Europea, el Gobierno del Estado, las comunidades autónomas, los consells insulars y la administración local. Desde el gobierno, tenemos claro y pondremos especial atención en no invadir las competencias de las comunidades autónomas. Hasta ahora, en las diferentes reuniones que hemos mantenido con las comunidades autónomas nos han asegurado que existen varias cuestiones que inciden sobre el alquiler vacacional, que sí son competencia del Estado. Nos han pedido que cambiemos alguna normativa estatal para que las comunidades puedan regular mejor sus competencias. Evidentemente, solo tocaremos las leyes que son competencia del Estado”, afirma Oliver, que acto seguido argumenta las leyes que el Gobierno está estudiando modificar y en qué sentido.

“Respecto a la Ley de Arrendamientos Urbanos se trata de delimitar exactamente qué es el alquiler de temporada, que es por donde se cuela en algunas oportunidades el alquiler turístico. Si se acogen al alquiler de temporada no hace falta que cumplan con los requisitos de la normativa autonómica. Por eso, es tan importante delimitar el alquiler de temporada, aunque continuará existiendo. Nos piden que lo acotemos”, afirma y añade que pretenden rebajar la mayoría necesaria para modificar los estatutos de una comunidad de propietarios. “Modificaremos la Ley de Propiedad Horizontal en este sentido. Ahora se requiere el acuerdo unánime de los propietarios y lo rebajaremos a tres quintos”, asegura. Oliver explica que desde la secretaría de Estado están también trabajando en la creación de un registro estatal de viviendas de uso turístico.

LA CRISIS Y EL TURISMO. El empresario ibicenco insiste en destacar la importancia del turismo para la economía española. Recuerda y explica la decisiva contribución de la actividad turística para que el país consiguiera salir de la crisis.

“Pese a que se reconoce de forma unánime la importancia que tiene el turismo para la economía, aún no somos suficientemente conscientes. Las tres grandes manifestaciones de la crisis económica fueron la caída del empleo, el déficit público desbordado y un déficit de balance de pagos por cuenta corriente muy importante. Estas tres cuestiones se han podido ir superando principalmente gracias al turismo. De estas tres grandes manifestaciones de la crisis, en el turismo la destrucción de empleo no se notó, puesto que incluso se creó trabajo. La contribución a las arcas del Estado del turismo casi se multiplicó por dos, debido en buena parte al incremento del IVA. Además, ha de considerarse que las empresas y los trabajadores del sector turístico también pagaron más en concepto de impuesto de sociedades o IRPF. Y es evidente y obvia la enorme aportación en la neutralización del déficit exterior”, explica Matutes.

Acto seguido se pronuncia sobre el alquiler vacacional. El empresario ibicenco expone en primer lugar la necesidad de evitar que mediante el alquiler de temporada, regulado por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), se realice actividad turística. Pone especial énfasis en recordar que el primer problema que suscita el alquiler vacacional ilegal es de seguridad y asegura que los clientes no están convenientemente identificados.

Además, asegura que también desde las viviendas vacacionales deberían ofrecerse las máximas garantías de calidad, para finalizar afirmando que los ayuntamientos deberían validar el alquiler turístico otorgando una licencia de apertura. Encontrar una solución no es fácil. Matutes apunta a la necesidad de que cada administración haga cumplir la normativa vigente. “Creo que no existe la coordinación suficiente entre todas las administraciones. Sin decir si estoy a favor o en contra, quiero dejar claro que todo el mundo debe cumplir con los requisitos para realizar una actividad económica”, afirma rotundo.

Oliver incide en que el alquiler vacacional compete a diferentes administraciones. “No hay ninguna administración pública que por sí sola puede fijar una normativa de general aplicación. Es cierto que las comunidades autónomas han comenzado a regular el alquiler vacacional, pero solo pueden hacerlo en el ámbito de sus competencias. Nosotros intentaremos facilitar la regulación por parte de las comunidades autónomas, modificando las leyes que son de nuestra competencia. Queremos dar seguridad, tanto a los que pretenden alquilar un piso como a los propietarios que pretenden obtener unos ingresos adicionales. Pretendemos que la comunicación con Interior sea inmediata, que la actividad económica que se genera esté sujeta a los gravámenes establecidos… Y debemos también preservar la marca España, que ha de ser sinónimo de calidad. El registro de viviendas de uso turístico estatal ha de ser un instrumento útil para conseguir todos estos objetivos”, asevera la secretaria de Estado.

El empresario asegura que nadie puede oponerse al alquiler vacacional si cumple con la normativa vigente. “Las normas son de obligado cumplimiento. Y si el alquiler vacacional cumple no hay motivo para oponerse. En todo caso, hay un factor muy importante que debe considerarse. Las comunidades de vecinos tienen derecho a regular las normas de convivencia. La comunidad puede decidir si quiere este tipo de actividad”, asegura, mientras que Oliver recuerda su propuesta para modificar la Ley de Propiedad Horizontal. “Queremos modificar la ley. Pretendemos que para modificar los estatutos de cualquier comunidad de vecinos sea necesario contar con la aprobación de tres quintas partes del total de propietarios. Ahora hace falta unanimidad”, afirma la secretaria de Estado.

El debate sobre la masificación turística, sobre los excesos de la primera industria de Balears y la turismofobia fueron también motivo de debate. El empresario ibicenco reconoce las molestias que pueden llegar a causar los turistas. “No hay nada que no cueste nada. Todo tiene un precio en la vida. Entiendo que en momentos determinados, en determinadas áreas y en determinadas épocas, hay molestias para la población. Uno de los casos más claros son los habitantes del centro de Palma o en Eivissa capital. Debemos intentar evitar estas aglomeraciones que son molestas para todos”, asegura.

Matutes, cuando es interpelado sobre la mejor manera de evitar la masificación, se refiere explícitamente al alquiler vacacional. “En primer lugar, regulando el alquiler vacacional. Si está regulado, automáticamente el problema desaparece en un 80%”, explica y aboga por dar mayor protagonismo a los meses que no son de temporada alta.

Oliver afirma que la masificación es un problema sustancial cuando Matutes insiste en que el turismo no tiene, al menos de momento, alternativa en Balears. “Hay que tener en cuenta que hay un grupo muy reducido de personas que querría que no viniera ni un solo turista. En Balears, no hay industria alternativa. Cuando yo era joven existía la agricultura, había una actividad industrial…”, asevera.

Oliver reconoce también una cierta masificación y aboga por el equilibrio. “España es un país turístico, pero es cierto que en algunas zonas y en algunos momentos se produce un incremento del flujo de visitantes que provoca la sensación real de que hay mucha gente. Pasa en Palma, en Barcelona, en Eivissa… Hay que buscar un equilibrio entre el turista y el residente. Cuando se rompe el equilibrio es cuando tenemos problemas. Es un deber de las administraciones, y tambien de los empresarios, contribuir a mantener este equilibrio. Nos interesa a todos”, afirma Oliver y Matutes asiente.

Y continúa Oliver. “Son muchos factores los que contribuyen a crear la sensación de masificación y no podemos atribuir el problema solo al alquiler turístico. Debemos regular los flujos de turistas, pero no se puede prohibir la entrada de turistas”, afirma. Matutes está de acuerdo y recuerda que en Europa existe la libre circulación de personas de la Unión.

Oliver apunta a la regulación como el gran remedio al mal de la saturación. “La mejor solución es una buena regulación. Hemos de ser capaces, gracias a las nuevas tecnologías, de saber cuándo se puede producir una importante concentración de personas. Esta redistribución de los flujos de turistas es posible. Es negativo tanto para el residente como para el propio turista”, asegura.

TURISMO SOSTENIBLE. Oliver y Matutes coinciden en señalar que el turismo ha de ser sostenible y rechazan de plano que ambos términos sean incompatibles. “El turismo puede ser sostenible. Y debe serlo. Y debe también disponer de la tecnología necesaria. Desde el Ministerio estamos trabajando en la Destinación Turística Inteligente, de la que formarán parte los municipos de Balears Palma, Eivissa y Calvià”, asegura Oliver.

El empresario tiene claro que turismo y sostenibilidad han de ir de la mano. “El turismo es una actividad sustancial para la economía que debe ser sostenible sí o sí”, explica. Y llegados a este punto reclama mayores inversiones del Govern y critica la actitud de alguna fuerza política -sin nombrarla-. “Hay algún partido que parece que tiene algún rencor hacia el turismo. Deberían mejorarse las infraestructuras, se ha de invertir más. Nosotros, desde el Grupo Palladium, hemos transformado toda una zona de Eivissa con la remodelacion del Ushuaia, el Palladium Palace y el Hard Rock. La inversión ha sido tres veces superior al coste de construcción de los hoteles. Además, de 2.000 habitaciones se ha pasado a solo 1.100. Aproximadamente, de 300 empleados ahora tenemos 1.800. Hemos tenido que afrontar el problema de la vivienda para nuestros trabajadores. La división inmobiliaria de nuestro grupo ha sacado del mercado todas las viviendas que tenía sin vender. En cambio, el emisario submarino tiene 35 años. Las estaciones depuradoras han quedado obsoletas en Eivissa”, explica.

Matutes es muy crítico con el impuesto turístico y más aún con el hecho de que el Govern de Balears haya decidido doblar su importe. “Estamos dando mala imagen. La gente no sabe a qué se destina. Ahora, quieren hacer con el impuesto turístico vivienda sociales, cuando en un terreno que me desclasificaron tenía previsto construir unas 200”, afirma.
La secretaria de Estado recuerda que son muchos los destinos que cobran un impuesto turístico y que en Berlín, por ejemplo, representa el 5% de la factura total. “En Berlín no se informa del destino de la tasa turística y en Francia se va en gasto corriente. En Balears, al menos, se sabe a qué se destina”, mantiene.

Finalmente, Oliver y Matutes coinciden en señalar que les parece bien que Formentera regule la llegada de vehículos. “El caso de Formentera es excepcional, aunque debemos ir con cuidado que no choque con la legislación europea. En todo caso, la decisión es comprensible”, significa Matutes. Oliver, por su parte, asegura que si la decisión es del Consell de Formentera poco o nada debe decir la secretaria de Estado de Turismo. “Entiendo que hayan adoptado esta decisión”, acaba señalando.