«Veremos cómo reacciona al tratamiento», dijo Matteo Bruni, director de la oficina de prensa del Vaticano. «No tengo una fecha precisa para el alta» añadió. El papa pasó buena noche este pasado viernes y su fiebre no aumentó, dijo Bruni. Se espera que Francisco siga recibiendo pruebas de diagnóstico.
El pontífice, de 88 años, padece bronquitis desde hace más de una semana y fue trasladado este pasado viernes por la mañana al hospital Gemelli de Roma para recibir tratamiento. El centro sanitario Gemelli, el más grande de Roma, tiene una sala especial para tratar a los papas y es conocido especialmente por tratar al difunto papa Juan Pablo II a menudo durante su largo papado.
Francisco pasó nueve días en Gemelli en junio de 2023, cuando fue operado para reparar una hernia abdominal. El sábado, fuera del hospital, grupos de personas se reunían bajo una famosa estatua de Juan Pablo II para orar por Francisco. «Lo supimos ayer por la mañana, con tristeza», dijo Giovanni Di Muro, un italiano que visitaba a su hijo en el hospital. «Esperamos que no sea nada grave y que todo vaya bien».
El Vaticano dijo el viernes por la noche que las pruebas de diagnóstico indicaron que Francisco tenía una infección del tracto respiratorio. Francisco, que ha sido pontífice desde 2013, ha tenido gripe y otros problemas de salud varias veces en los últimos dos años. En concreto Francisco sufre problemas respiratorios más agudos desde mediados de diciembre.
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