Año tras año, sobre el Océano Pacífico, multiplica su tamaño la Gran Isla de Basura (NPGP), un remolino de partículas de plástico que amenaza el ecosistema local y el ciclo global del carbono, y supone una de las mayores pruebas gráficas de la huella del ser humano sobre el planeta. Investigadores del proyecto The Ocean Cleanup -que se ha dedicado a mapear esta isla de plástico- afirmaron que la mancha cubría 1,6 millones de kilómetros cuadrados en 2018. Ahora, las noticias parecen empeorar.
Según su nueva investigación, que se basa en los estudios sistemáticos del NPGP realizados entre 2015 y 2022, se ha encontrado un aumento inesperado en la concentración masiva de fragmentos de plástico. Y aún hay más: todo parece indicar que, lejos de ser fruto de la degradación de objetos ya presentes, estos plásticos son nuevos en la región.
¿Cómo es la mancha de basura?
Para muchas personas, la idea de una "mancha de basura" evoca imágenes de una isla de basura flotando en el océano. Sin embargo, la realidad es que estas manchas están formadas casi en su totalidad por pequeños trozos de plástico, conocidos como microplásticos, que no siempre se pueden ver a simple vista. De hecho, ni siquiera las imágenes satelitales muestran una mancha gigante de basura.
A simple vista, la Gran Mancha de Basura del Pacífico se percibe como una sopa turbia de agua entremezclada con elementos más grandes, como aparejos de pesca y zapatos. Bajo ella, el fondo marino está cubierto de basura. De hecho, oceanógrafos y ecologistas descubrieron que aproximadamente el 70% de los desechos marinos en realidad se hunden hasta el fondo del océano.
Fue Charles Moore, un capitán de barco de carreras, quien, en 1997, a su regreso de la Regata Transpacífica de Yates, encontró una enorme extensión de desechos flotantes y alertó al oceanógrafo Curtis Ebbesmeyer.
¿Qué hay detrás de la mancha?
En términos de masa, casi la mitad de los desechos plásticos de la Gran Isla de Basura del Pacífico provienen de redes de pesca, conocidas como redes fantasma, -resultado de la pesca cada vez más intensiva en la región de Asia y el Pacífico-, pero los microplásticos constituyen el 94% de los aproximadamente 1,8 billones de piezas de plástico de la Gran Isla de Basura del Pacífico. A su vez, estos microplásticos proceden de redes de pesca sintéticas, así como de una amplia variedad de fuentes terrestres.
Los investigadores de The Ocean Cleanup plantean la hipótesis de que estos fragmentos procedentes de la descomposición de plásticos de hace décadas desechados en todo el mundo se están acumulando y aumentando exponencialmente en esta remota región del Océano Pacífico.
Tras su estudio, en el que examinaron 917 muestras de redes de arrastre de manta, 162 muestras de redes de arrastre mega, realizaron 74 estudios aéreos y 40 extracciones del sistema de limpieza de 50 expediciones individuales entre 2015 y 2022, se obtuvieron los siguientes hallazgos:
- Los fragmentos de plástico aumentaron de 2,9 kg por km² a 14,2 kg por km² en siete años
- Entre el 74 y el 96% de este aumento puede tener su origen en fuentes extranjeras.
- Los pequeños puntos críticos de desechos aumentaron en concentración de 1 millón por km² en 2015 a más de 10 millones por km² en 2022
- Por km2, el número promedio de cada clase de tamaño de plásticos flotantes ha aumentado significativamente: los microplásticos (0,5 mm–5 mm) aumentaron de 960.000 a 1.500.000 artículos; los mesoplásticos (5 mm–50 mm) aumentaron de 34.000 a 235.000 artículos; los macroplásticos (50 mm–500 mm) aumentaron de 800 a 1.800 artículos por km².
Además, ahora se sabe que el volumen de desechos plásticos en la región supera al de los organismos vivos, lo que supone una amenaza para el ecosistema no solo por la ingestión o enredo de plástico por la vida marina, sino también por el impacto potencial al ciclo global del carbono debido al pastoreo del zooplancton afectado por la presencia de microplásticos flotantes.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.