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El verano es la estación más esperada del año y el momento de viajar y vivir experiencias únicas. Para muchas parejas, sin embargo, el cóctel de calor y vacaciones es lo que pone el punto y final en su relación. Así lo asegura Diana Sánchez, psicóloga terapeuta de pareja, que expresa que la época estival "puede actuar como detonante en las rupturas", y es ahí cuando "todas las crisis se agravan".

Los datos muestran que una de cada 10 parejas terminan su relación en verano, según un experto de la Unidad de Psiquiatría del Hospital La Salud de Valencia. Además, según la terapeuta, el CGPJ contabiliza entre un 30% o un 40% de separaciones en estos meses, si bien son agosto y septiembre los que concentran más casos. Estas estadísticas pueden resultar desconcertantes, pues normalmente la época estival se asocia con relajarse y huir de los problemas del invierno, aunque realmente es todo lo contrario.

Sánchez aporta un motivo clave que explica por qué hay más relaciones que terminan en esta estación. Según expresa, tiene que ver con la cantidad de tiempo que las parejas pasan en compañía del otro. Es precisamente en esta época cuando la mayoría de personas se dan un descanso del trabajo y la rutina, y por ende, la convivencia aumenta significativamente, creando el desencadenante perfecto para terminar una relación que ya arrastraba problemas. Así lo asegura la experta, que incide en que "al estar juntos se discute más".

Los motivos

Así, las peleas constantes son una de las principales razones de las rupturas amorosas. La psicóloga Elena Daprá, experta en bienestar psicológico individual y de empresa, recalca que en verano, y al pasar tanto tiempo juntos, "todo aquello latente se hará explícito". "Te vas de vacaciones y te centras en todo lo que no tenéis en común ", añade, por su parte, la también directora de Psicólogas en Torrelodones, Diana Sánchez a 20minutos.

En una ruptura también influyen muchos otros factores, como los conflictos familiares o incluso las discusiones con los hijos. "Muchas parejas pasan las vacaciones con la familia del otro y esto hace que haya muchos conflictos", asegura Sánchez. "En verano reflexionamos más y tenemos tiempo para reevaluar nuestra vida", indica, mencionando que es concretamente en esos meses cuando las personas se dan cuenta de todo lo que está mal al no tener el estrés del trabajo y la rutina.

Tener expectativas irreales de las vacaciones, por otro lado, puede hacer mucho daño en la pareja. "Crees que cuando llegue el verano todo será idílico y te das cuenta de que no, que todo sigue igual", concreta la terapeuta, haciendo hincapié en que imaginarse este tipo de escenarios es una práctica que se debe de evitar a toda costa.

La comunicación entre la pareja

Aun así, ambas expertas coinciden en un problema fundamental: la mala comunicación. "La clave de una relación está en cómo la pareja maneja esta comunicación, la madurez emocional y el compromiso", subraya Daprá, para añadir que si estos tres puntos se cumplen, no habrá conflictos, y si los hay "se gestionan". También puede influir el calor, que hace que una persona esté "más irascible", y por lo tanto contribuye a crear un mal ambiente entre ambos.

Para Sánchez, hay un nuevo motivo claro que podría desembocar en una ruptura. Se trata del conocido FOMO (Fear Of Missing Out). Se define como el miedo a perderte experiencias, y es un sentimiento muy común cuando la persona tiene pareja en verano. "Antes no era una causa de conflicto y ahora lo es. Es de otras generaciones", asegura. "La gente quiere vivir una vida plena y no hacer las cosas de mayor".

El fenómeno de romper en esta estación, no obstante, es más frecuente en parejas que están consolidadas y que ya llevan cierto tiempo. "Cuando llevas poco, toleras todo más", expresa Sánchez, al tiempo que recalca que los jóvenes suelen estar al principio en un estado de enamoramiento. Aun así, ninguna relación está exenta y a todas les puede pasar si no saben gestionar los problemas. "Sucede en cualquier relación en la que falle la comunicación", recalca Daprá.

Recomendaciones

Por este motivo, hay una serie de pautas a seguir para evitar una ruptura amorosa, especialmente en verano, aunque se pueden aplicar a cualquier estación. Ambas psicólogas subrayan la importancia de la citada comunicación en la pareja. Daprá asegura que es fundamental "trabajarse a uno mismo para conseguir la suficiente madurez emocional", y que será gracias a esto que se puedan producir "enfrentamientos saludables". No se debe de esperar al último minuto para hablar las cosas. "Hay que ser asertivos", incide la terapeuta.

Existen otras recomendaciones a tener en cuenta. En primer lugar, es importante "buscar acuerdos y hacer cosas que les gusten a los dos". Encontrar un punto medio puede ayudar a no desgastar la relación, sobre todo cuando se convive durante las 24 horas del día y los siete días a la semana. La directora de psicólogas de Torrelodones también hace alusión a los móviles y la necesidad de "olvidarse" de ellos para poder desconectar. "Agravan mucho los problemas de comunicación".

Al respecto, la psicóloga hace un último apunte, que consiste en "desconectar del día a día" durante estos meses, y tener una visualización del verano sin tanta expectativa. "Es importante buscar las cosas por las que elegiste estar con esa persona", concluye.