La transposición uterina desplaza temporalmente el órgano reproductivo y los ovarios de la pelvis a la cavidad abdominal.

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El Hospital del Mar de Barcelona ha realizado por primera vez en España una transposición uterina, una intervención para mover de la pelvis al abdomen el útero de mujeres afectadas por un tumor en la zona pélvica, lo que permite preservar el órgano y mantener la posibilidad de que sean madres en el futuro. Hasta ahora las pacientes con estos cánceres sufrían una menopausia precoz y su función ovárica quedaba comprometida por el tratamiento de radioterapia, lo que les impedía un embarazo y les dejaba abierta únicamente la puerta de la ovodonación para ser madres.

La nueva técnica que ha llevado a cabo el equipo de Obstetricia y Ginecología del Hospital el Mar consiste en dos cirugías para trasposicionar el útero y los ovarios antes de la radioteria y después recolocarlos en su lugar. De esa manera, se mantiene la vascularización a través de los ovarios para asegurar su viabilidad mientras se lleva a cabo el tratamiento contra el tumor.

«En términos coloquiales, lo podemos explicar como que hemos hecho un autotrasplante a la paciente moviendo su útero y ovarios de su situación anatómica normal debajo de la pelvis a la parte superior del abdomen, por encima del ombligo, durante el tiempo que dure la radioterapia», ha explicado a EFE la jefa de sección del Servicio de Obstetricia y Ginecología y una de las responsables de la cirugía, la doctora Gemma Mancebo.

La facultativa ha destacado la importancia del «cambio de mentalidad» a la hora de que distintos especialistas colaboren y entre todos se ayude a evitar los efectos secundarios sobre estas pacientes que aún están en edad fértil. En este primer caso, se trataba de una paciente de 36 años con diagnóstico de cáncer de recto localmente avanzado, que fue intervenida por primera vez en noviembre de 2023. La segunda cirugía se hizo coincidir con la resección del tumor de recto, lo que añadió complejidad e incrementó significativamente el riesgo de dañar la vascularización uterina, aunque la operación tuvo buen resultado, gracias a la pericia médica y a la ayuda de la tecnología robótica, apunta el equipo.

A partir de ahora se estudiará qué pacientes pueden beneficiarse de esta intervención en el circuito para la detección y derivación de las mujeres diagnosticadas con un tumor en la zona pélvica que precisan tratamiento con quimioterapia y radioterapia. En el caso de las pacientes de 40 años o menos, se les ofrecerá la posibilidad de proteger el útero y los ovarios para mantener la opción de futuros embarazos si así lo desean.

Además, a las mujeres de menos de 47 años se les puede trasponer sólo los ovarios, para protegerlas de una menopausia precoz. Como explica la médica adjunta del servicio de Oncología Radioterápica, Anna Maria Reig, para poder optar a este tipo de intervención, las pacientes deben presentar un tumor localizado y cuya extensión sea compatible. Reig ha recordado que este tipo de transposición de ovarios ya se ofrecía y se llevaba a cabo para evitar la menopausia precoz en pacientes jóvenes con cáncer de cérvix.

Por su parte, Joana Vidal, oncóloga médica especialista en cáncer colorrectal del centro, ha añadido que se ha avanzado mucho en tener tasas de curación «muy elevadas», pero hay que seguir trabajando para reducir las secuelas del tratamiento, que generan importantes impactos en la calidad y desarrollo de vida. Esta técnica apenas se ha realizado en una veintena de ocasiones en todo el mundo y dos pacientes de Brasil y Estados Unidos han conseguido dar a luz en los últimos meses tras un embarazo exitoso que hubiera sido imposible sin esta intervención.