Un hombre se suena la nariz en la estación Intermodal de Palma | Jaume Morey

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La Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) investiga si los fármacos con pseudoefedrina, un principio activo utilizado contra la congestión nasal, aumentan el riesgo de isquemia cerebral. Mientras tanto, «la precaución debe ir delante aunque parezca más alarmista que nada», advierte el jefe de sección de Farmacia de Son Espases, Pere Ventayol, quien recomienda dejar de consumirlos si no es específicamente necesario.

La lista de medicamentos que se están investigando en España recoge hasta 31 fármacos entre los que están, por ejemplo, los conocidos Bisolfren, Frenadol Descongestivo, Gelocatil Gripe con Pseudoefedrina o hasta tres tipos de Iniston. «En general es mejor tratar los síntomas con fármacos concretos que con éstos, que sirven para todo. Hay que ser precabidos y si no son absolutamente necesarios no usarlos y si lo son, que sea a través del médico o de un farmacéutico», recomienda el especialista. «Si podemos pasar de ellos, mejor».

Ventayol explica que fue la agencia de medicamentos francesa la que detectó una serie de casos relacionados con el riesgo potencial de este principio activo. Hubo pacientes que desarrollaron un síndrome de encefalopatia posterior reversible que «son un conjunto de signos y síntomas relacionados con trastorno visual, dolor de cabeza», o bien con vasoconsctrucción cerebral con síntomas similares como dolos de cabeza, confusión o náuseas. «Puede que lo produzca la Pseudoefedrina pero no se ha concretado», añade el experto.

La alerta lanzada es por la potencial relación entre este principio activo que contienen productos antigripales con síndromes o patologías relacionadas con vasoconstricción. «Cuando un producto empieza a usarse a gran escala entre la población hace que se detecten efectos secundarios que a nivel de investigación no se vieron», señala Pere Ventayol. «Pasa ahora porque ha habido un uso masivo, a gran escala, lo que permite ver efectos infrecuentes».

Este tipo de comprobaciones suelen durar varios meses. En caso de demostrarse la relación «puede modificarse la información incluida en el prospecto del medicamento o bien, incluso, se suspende su comercialización», añade. Ventayol explica que, en cualquier caso, los efectos secundarios de un principio activo no tiene relación con la dosis que se usan en los medicamentos, «basta con que esté presente». Los síndromes que se investigan «pueden ser leves o agresivos y pueden llegar a afectar la calidad de vida del paciente».