Para empezar, existe una cierta discusión sobre cómo se trata la figura de Miquel Montoro en los programas de televisión y en los medios de comunicación en general, tanto en los de Mallorca como en los de más allá de nuestro territorio. Algunos opinan que se banaliza su figura, o como diría el propio Miquel, algunos hacen befa de él. La sensación, tras repasar cientos de comentarios de toda índole, es que despierta un elevado grado de fascinación. Constatación número uno: Miquel Montoro es entrañable. Puede que por ser todavía un niño, por demostrar aún cierta inocencia o por su pose de bonachón mientras aporta con inteligencia argumentos a favor de la sostenibilidad de la agricultura y el apoyo al producto local, lo cierto es que, en general, cae bien y sus comentarios son percibidos con ojos amables.
Incluso para quienes no tienen la menor idea de lo que está diciendo, puesto que Miquel Montoro casi todo lo que sube a las redes sociales lo hace en catalán. Vean sino algunas valoraciones de Miquel con respecto a otra joven comprometida con el medio ambiente, aunque con un estilo muy diferente: Greta Thunberg.
Una vez aclarado este punto, hay quien opina que lo que transmite Miquel Montoro, o tal vez su forma de expresarse, huele a naftalina. Es la expresión de una especie de provincianismo del cual supuestamente el alma mallorquina hace tiempo que intenta distanciarse para ser moderna y actual, acorde a su entorno.
Si se nos permite, es una visión un tanto urbanita, si quieren elitista, pero está ahí, y cobra fuerza en algunos círculos. Es la misma de aquellos que ven su tratamiento folklorizante, como si el folklorismo o el ser de pueblo fuera per se algo negativo. A veces hay que ir más allá del acento y escuchar los argumentos que tras él se ocultan.
A los que tengan la tentación de pensar algo similar, un matiz aportado por la periodista Maria Antònia Serra nos permite llegar a la segunda constatación, y si cabe más importante: Miquel Montoro nos encandila y nos sentimos representados por él porque es como nosotros. Los aplausos todavía resuenan con un comentario que ha aglutinado miles de likes.
8 comentarios
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Quina mania en intentar dividir-nos com sigui. Divideix i guanyaras. No volen saber res des catala, nomes voldrien que tot fos en espanyol.
Jo no xer Menorquí: xerr Ciutadellenc de sa contramorada jajaja
Que no xerra Català, que s'al.lot xerra Mallorquí i jo, xer Menorqui i es de Ibiza Ibicenc. Avam si MUS enterau! Que noltros rallam, ala idò. No mus catalitzareu, ni vos lo penseu!!! LO, MUS, IDÒ, CUENTO, SA, ALA IDÒ, PADRINA, S' ÀVIA, CONCU, FIETS, HOMU, COTXO, CA, BÒTIL, PICHÉ, GOT, MOIX....
Claro es mejor que los chavales de hoy en día se centren mas, en ir al gimnasio y ser mas tonto que un zapato, que lo únicos programas que siguen los jóvenes de hoy en día,son los que salen 4 personajes "musculitos", demostrando que siendo un inculto y diciendo tonterías puedes triunfar y ganar un dineral, eso si que da vergüenza. Mas chavales como el tendria que haber,
L'haurien de contractar per fer campanyes de turisme rural. Un 10 d'al•lot.
A mi personalmente me produce la misma gracia que si me dan una patada en la entrepierna.
Penoso ejemplo para la infancia y la juventud, el de este chaval obeso que sólo habla de comida grasienta y nada saludable. Creo que debería cuidarse mucho más la publicidad masiva y absurda que se le da a determinados asuntos, que hoy en día gracias a los medios de comunicación de masas y a las redes sociales, convierten a un chaval como este, obsesionado por la comida insana, en algo que causa gracia, cuando debería ser todo lo contrario. Mal ejemplo estamos dando a los más pequeños.
no lo hace en catalan lo hace con mallorqui