Entretenida, pero sin ser muy divertida o espectacular, y política, aunque sin potentes discursos que pasen a la historia, la 90 edición de los Oscar tuvo un palmarés previsible y cedió su foco de atención a las mujeres, después de que movimientos como «Me Too» (Yo también) o «Time's Up» (Se acabó el tiempo) hayan gritado contra el machismo y reclamado la igualdad.
Frances McDormand, Oscar a la mejor actriz por «Tres anuncios en las afueras», dejó uno de los momentos más emocionantes de la noche al pedir a todas las mujeres nominadas al Óscar que se pusieran en pie.
«Todas tenemos historias que contar y proyectos que necesitan financiación. Pero no nos habléis (de eso) en las fiestas de esta noche. Invitadnos a vuestras oficinas en un par de días o podéis venir a las nuestras, lo que prefiráis», señaló en el discurso más ovacionado de la velada.
Cuatro estrellas femeninas como Jane Fonda, Helen Mirren, Jennifer Lawrence y Jodie Foster presentaron los premios a mejor actor y mejor actriz.
Lo habitual es que el ganador del Oscar a mejor actor entregue al año siguiente el de mejor actriz, pero Casey Affleck, triunfador en 2017 por 'Manchester frente al mar', renunció a esta tradición ante las protestas por un antiguo caso de acoso sexual.
«Es un nuevo día en Hollywood con desafíos para todos nosotras, pero nadie olvidará jamás aquellas que vinieron antes que nosotras, aquellas que abrieron camino para mi generación y quienes vengan detrás», dijo Lawrence.
Emma Stone, que entregó el Oscar a mejor director para Guillermo del Toro, elogió en su presentación a la única mujer nominada: «Estos cuatro hombres y Greta Gerwig crearon obras maestras este año».
Además, Salma Hayek, Ashley Judd y Annabella Sciorra, tres víctimas de acoso sexual por parte de Harvey Weinstein, reivindicaron el movimiento «Me Too».
«Los cambios que estamos viendo están dirigidos por nuevas voces poderosas, voces diferentes. Unirnos es un coro maravilloso para decir finalmente que el tiempo (de los abusos) se ha acabado», declaró Sciorra.
Jimmy Kimmel, que regresaba como maestro de ceremonias a los Óscar, aprovechó su felicitación a Del Toro y 'La forma del agua' para abordar los escándalos sexuales.
«Gracias a Guillermo recordaremos por siempre este año como el año en el que los hombres la cagaron tanto que las mujeres empezaron a salir con peces», señaló.
«El mundo nos está mirando. Tenemos que dar ejemplo», dijo Kimmel, en tono más serio, al sostener que «Me Too» y «Time's Up» están consiguiendo «un cambio positivo».
Con un decorado muy barroco y repleto de brillos en el teatro Dolby de Los Ángeles, los Oscar jugaron la baza de la nostalgia por sus 90 años en una gala en la que abundaron los vídeos recordando hitos del séptimo arte.
Menos incisivo e inspirado que en 2017, Kimmel acertó con una broma al llevarse a estrellas como Gal Gadot o Emily Blunt a sorprender a los espectadores que estaban disfrutando de una película en un cine cercano.
«Cuando oigáis vuestro nombre no os levantéis de inmediato. Dadnos un minuto. No queremos otra 'cosa'», afirmó Kimmel en alusión al desgraciado colofón del año pasado, cuando 'La La Land' fue declarada ganadora del Oscar a mejor película pese a que, en realidad, 'Moonlight' era la vencedora.
Los Oscar se encargaron de redimir también a Warren Beatty y Faye Dunaway, que volvieron este año a anunciar el Oscar a mejor película.
«Es un gran placer veros de nuevo», comentó con ironía Beatty, quien, cuando subió Del Toro a recoger el Oscar a mejor película por 'La forma del agua', le instó a que comprobara que, en efecto, su nombre estaba en la cartulina.
Y un héroe de 'Star Wars' como Mark Hamill mostró su vis cómica al abrir un sobre para desvelar uno de los ganadores: «No digas 'La La Land', no digas 'La La Land'».
El respeto a los inmigrantes también fue un tema central de la noche. «Soy un inmigrante, como Alfonso (Cuarón), como Alejandro (González Iñárritu), como mis compadres y como muchos de vosotros», dijo Del toro. «Lo mejor de nuestro arte es que borra las líneas en la arena. Hay que seguir haciendo eso cuando el mundo nos dice que las hagamos más profundas», añadió el cineasta.
«A todos los 'dreamers' (soñadores) ahí fuera, estamos con vosotros», dijeron Lupita Nyong'o, actriz keniata nacida en México, y Kumail Nanjiani, originario de Pakistán, como muestra de apoyo a los «dreamers», los cientos de miles de jóvenes indocumentados que llegaron a EE.UU. de niños y que dependen de la protección del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Y Rachel Shenton, ganadora junto a Chris Overton del Oscar al mejor cortometraje por 'The Silent Child', dio forma a un tierno momento al pronunciar su discurso en lengua de signos como homenaje a los niños sordos.
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