La precocidad de su nacimiento hizo que los médicos no albergarán casi ninguna esperanza de que la bebé resistiera y saliera adelante. Su inmadurez le dificultaba alimentarse, ya que aún no tenía preparado para ello el aparato digestivo, y en los primeros días no engordaba.
Sin embargo, todo el equipo sanitario puso lo mejor de sí mismos y se esmeraron en cuidarla. Ella respondió, tal y como comentan los emocionados padres, aún admirados de que alguien tan pequeño tenga tanta fuerza y luche tanto por su vida.
1 comentario
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... no existen los milagros... bien por los médicos