El PSOE ratifica su propuesta de llegar a una jornada laboral de 36 horas en 2030

En el documento original de la ponencia marco que se elevó al Congreso federal para su debate se podía leer, literalmente, la propuesta de «seguir reduciendo la jornada laboral para que, en media, no se trabaje más de 36 horas en 2030». Por otro lado, también se ha acordado este sábado, en la comisión de Trabajo número 2, 'Hacia una España del Bienestar', «aprobar una Ley de usos del tiempo, que avance en la flexibilidad horaria, la concentración de la jornada laboral en horario de mañana y el teletrabajo, siempre que la naturaleza del puesto lo permita».

Asimismo, el PSOE ha acordado en dicha comisión «incluir en la Constitución la obligatoriedad de revalorizar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para que siempre esté por encima del 60% del salario medio, según lo establecido en la Carta Social Europea». También, «incrementar el Impuesto de Sociedades a las empresas que las que su personal ejecutivo cobre 40 veces más que la media de las personas trabajadoras», y «obligar por ley a las grandes empresas a repartir una parte de sus beneficios entre su personal».

«Avanzar en los derechos laborales y protección social de las personas trabajadoras por cuenta propia, comprometiéndonos a erradicar el fenómeno de los falsos autónomos», es otra de las propuestas pactadas este sábado, al igual que el compromiso de «mejorar la empleabilidad de las personas jóvenes, apostando por la FP dual, con itinerarios individualizados para el acceso al empleo de la juventud, impulsando el cumplimiento de la garantía juvenil y aprobando definitivamente el Estatuto del Becario».

Asimismo, el PSOE se ha comprometido en el marco de este congreso federal a «reforzar los mecanismos de negociación colectiva, aprobando la Ley de Participación Institucional, para consolidar el papel de los agentes sociales, dotando de nuevos recursos y mayor representación a los sindicatos y aprobando una nueva ley de negociación colectiva». Finalmente, el PSOE ha pactado igualmente comprometerse a «aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI, que acomode las normas del ámbito laboral a la realidad cambiante del mercado de trabajo, con especial atención a la extinción de los contratos de trabajo».