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Con un discurso lleno de promesas de deportación de inmigrantes y de políticos a la cárcel, el agitador Luis 'Alvise' Pérez, cabeza de lista y promotor de agrupación de electores Se acabó la fiesta, ha montado la suya propia tras irrumpir en el Parlamento Europeo como sexta fuerza más votada en España. Con un sello de la discoteca Cats en la mano y una consumición gratis, decenas de seguidores han ido llenando esta conocida discoteca madrileña de ambiente universitario desde las 20:00h Un ambiente tranquilo y calmado, con mucha gente joven y que ha estallado cuando a las 23:00 horas, la señal en directo de televisión confirmaba los mejores pronósticos para la formación, que logra tres eurodiputados.

El júbilo por la victoria continuó, aún más si cabe, cuando el equipo de comunicación de Pérez ha lanzado camisetas y gorras con el logo característico de la formación, una ardilla con una máscara de la conocida película 'V de Vendetta'. Con gritos de 'Alvise' y 'presidente', Pérez ha irrumpido en el escenario con un discurso en el que ha esbozado sus intenciones en política, entre jaleos y ovaciones de sus seguidores. La entrada de Pérez ha venido precedida de un vídeo resumen de su campaña electoral, en la que ha recorrido España con un megáfono y una furgoneta propagando su mensaje por las redes sociales, donde tiene gran popularidad entre los círculos de extrema derecha.

De hecho, sus resultados electorales, que rozan los 800.000 votos, casi son calcados a los más de 880.000 seguidores que tiene en la red social Instagram. Especialmente aplaudido ha sido el discurso de Pérez contra los medios de comunicación, que se ha traducido en insultos a los periodistas presentes, a los que se les ha tachado de «mercenarios» y «manipuladores». También ha recibido insultos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien Alvise ha prometido meter en la cárcel si llega al poder. Con un 'Viva España', ha cerrado el evento, en el que ha prometido mano dura contra lo que considera una clase política que «mama de la teta del estado» y los inmigrantes ilegales, a los que ha confiado en deportar cuando «reviente las urnas» en unas próximas elecciones generales.