El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en la Feria de Artesanía de Lisboa. | Susana Samhan

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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha mostrado su alegría por el hecho de que Bildu no haya ganado las elecciones en el País Vasco pese a empatar en escaños con el Partido Nacionalista Vasco (PNV), apuntando que en todo caso «es bastante duro que haya subido tanto» pese a ser «esclava de la violencia» de la banda terrorista ETA.

En un encuentro informativo impulsado por el medio encastillalamancha.es, García-Page se felicita igualmente por el hecho de que en esa tierra «pueda seguir habiendo una estabilidad que va a aportar precisamente el Partido Socialista en Euskadi».

Tras vincular el resultado de los socialistas vascos a su candidato, Eneko Andueza, ha querido dejar claro que «tuvo valentía en esta campaña para dejar claro, más allá de lo que pasara en Madrid, que no era complaciente con Bildu, que era lo contrario».

Posteriormente, en declaraciones a los medios, ha reconocido que con ese resultado «se ha evitado el precipicio, que es lo realmente importante», asumiendo «que no será difícil que haya consenso entre el PSOE de Euskadi, porque es el estabilizante, es el elemento que realmente da estabilidad y que tiene la clave del gobierno, y sobre todo un gobierno también que responda a un espíritu social».

Ha calificado de «muy buena» la campaña del candidato socialista en Euskadi, recordando que el PSOE «venía de tener unos resultados muy bajos». «Ha subido y, además, ha afrontado bien una campaña en la que terminó colándose de nuevo ETA, era difícil que no pasara, pero con una posición indubitada, clarísima, que, además, tengo que decir, no ha sido de pose electoral, sino que yo conozco de primera mano por los dirigentes en el País Vasco».

«Es evidente que la posición que mantuvo Bildu, el no querer reconocer a ETA, le supuso un freno y es evidente que quienes se han posicionado muy claramente por reconocer y por llamar a las cosas por su nombre y para empezar a curarlas, a las enfermedades, ha tenido al menos el favor de la opinión pública». De ahí que García-Page haya felicitado «sinceramente» al PSOE del País Vasco. «Me da tranquilidad porque sé que van a jugar a la previsibilidad dentro del contexto constitucional».

Sobre el ascenso de Bildu, se ha mostrado partidario de estudiar «cuáles son las claves» que «pueden ser de muchos tipos» y no todas obedecerán, a su juicio, «a un fascismo». «Aunque sabemos qué es lo que buscan, lo han disimulado. Bildu ha disimulado y en ese disimule seguramente hay gente que les está dando una oportunidad, al margen también de las claves estrictamente autonómicas», como la gestión propiamente vasca y los problemas propios que no vemos desde Madrid o desde el centro de España, que «también han debido computar», ha reconocido.

En cualquier caso, el socialista ha valorado que el PNV haya demostrado «que en el peor momento no le han dado el sorpaso. Desde la crisis del 2007, todas las grandes formaciones de este país, si se dan cuenta, el PSOE con Podemos, PP con Vox, CiU con Esquerra, todas hemos tenido nuestro intento de sorpaso, de sacarnos del mapa clásico. El PNV tenía una amenaza de sorpaso para sacarle de la ecuación clásica desde la Transición hasta hoy» y ahora «tiene mayor mérito el haber quedado por encima, aunque sea por pocos votos».

CATALUÑA

Una «campaña valiente» que «ha significado un plus» que ahora «podrá traducirse en estabilidad» en el País Vasco, una estabilidad que ahora desea en Cataluña, complementándola además con «previsibilidad y certidumbre». Y es que Cataluña «necesita a marchas forzadas certidumbre, no precipicios, porque además su certidumbre es la certidumbre del conjunto». Para conseguirla, «es importante que se despeje ese precipicio en el que algunos, los independentistas más irredentos, quieren llevar a una comunidad tan potente, tan envidiable, tan admirable».

«Me gustaría sinceramente que las cosas puedan ir en la dirección del sentido común, sentido común en la doble acepción, en lo que tiene de común y lo que tiene de sensato», ha zanjado García-Page.
Posteriormente, sobre este asunto, ha lamentado que «pase lo que pase en Cataluña, Puigdemont sigue teniendo el mando a distancia» y «es evidente», en su opinión, que «va a hacer sufrir todo lo posible al Gobierno si quiere mantener sus apoyos».

Dicho esto, ha asegurado que en Cataluña «hay unas ganas enormes de pasar página. Hay mucho desengaño, hay mucha gente que literalmente se ha convencido de que la retórica independentista tenía una dosis inmensa de engaño y yo creo que el único que puede evitar que en Cataluña haya generaciones enteras que entren en frustración colectiva es Salvador Illa».

Según García-Page, el socialista catalán «tiene sentido común, tiene dotes, tiene cualidades y tiene un talante y una actitud absolutamente incluyente». «Creo sinceramente que es la única alternativa». El resto, según ha manifestado, «solo ofrece más problemas». «El único que ofrece soluciones es Illa, los demás ofrecen más problemas, más precipicios, más grietas, más brechas», ha concluido.