El dirigente abertzale ha recodado que la izquierda independentista ha conseguido diferentes victorias recientemente y ya nadie puede negar la evidencia de que EH Bildu está en disposición de ganar las elecciones en los tres territorios. «Eso ya no se puede ocultar, los que algunos se reían antes de las municipales ya no se ríen tanto», ha exclamado.
«Desde el mayor de los respetos, desde el mayor de los cariños, le queremos decir a las gentes que votan a esa izquierda confederal que hoy, en Euskal Herria, solo hay una izquierda que suma y que puede y se llama EH Bildu», ha subrayado. Ha hecho un llamamiento a esos votantes para que se sumen al cambio porque la única izquierda capaz de disputar la hegemonía al PNV es Bildu y «es la opción que hay que fortalecer por responsabilidad política porque si uno es de izquierdas lo que prima es que cambie la relación de fuerzas a favor de la izquierda».
«No es cuestión de siglas, es cuestión de proyectos», ha aseverado. Por su parte, Otxandiano ha señalado que este no es el momento de transmitir mensajes de miedo a la sociedad y de añadir más incertidumbre en una época histórica en la que ya hay suficiente incertidumbre. La gente, ha continuado, ya tiene miedo a perder la posibilidad de acceder a vivienda, a la devaluación de los servicios públicos, a la carestía de la vida, a la crisis climática o a las guerras.
«Es momento de ofrecer esperanza, y nosotros somos portadores de esa esperanza activa que se construye con la visión de país, el trabajo y el compromiso», ha manifestado. Ha insistido en que el cambio se acerca porque el independentismo de izquierdas esta llamado a desempeñar un papel de liderazgo en este nuevo tiempo. Otxandiano ha asegurado que en Euskadi hay dos modelos enfrentados, uno, el del PNV, partidista que responde a la política convencional y que promete cosas en campaña electoral que no ha cumplido cuando ha tenido responsabilidades de Gobierno.
El otro modelo, ha añadido, es el de EH Bildu, que busca tratar de identificar espacios de encuentro porque es consciente de que este país «necesita un proyecto de futuro que hay que construirlo entre diferentes». Un modelo, ha señalado, que recoge un mandato popular «para avanzar en mayor soberanía, en políticas públicas igualitarias y progresistas y que pone por delante de los intereses partidistas el interés del país».
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A mi los etarras nunca me cayeron bien y se lo dije a las tres de la mañana a tres de ellos en una taberna de San Sebastian naturalmente argumentando tanto ellos como yo. Se quedaron pasmados pero seguimos tomando vinos y no pasó nada.