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IU comienza a dar pasos para elegir al que será su sexto coordinador federal y la persona que suceda al frente de la organización al recién dimitido Alberto Garzón. La federación de izquierdas aprobará este viernes la puesta en marcha de los trabajos para convocar el congreso en el que se renovará tanto la dirección como el liderazgo de IU, que tendrá lugar en el primer semestre de 2024. Oficialmente todavía no se ha postulado ningún candidato para el puesto de coordinador federal, pero la gran favorita es la recién elegida ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, quien durante los últimos años ha sido la mano derecha de Garzón.

Hasta que se celebre el congreso, cuya fecha concreta dependerá de cuándo tengan finalmente lugar las elecciones gallegas y vascas, el secretario de Organización, Ismael González, tomará las riendas de IU de manera interina, según establece el borrador del documento que se aprobará este viernes, al que ha tenido acceso 20minutos. González compartirá los poderes de coordinación de IU con la ejecutiva de Garzón, en la que se encuentran la propia Rego o el secretario general del PCE, Enrique Santiago, diputado de Sumar.

El congreso de IU lo organizará una comisión que será elegida este viernes. Dicho equipo estará compuesto por seis personas de la actual dirección, un representante de cada una de las 18 federaciones de IU (las 17 autonómicas y la del exterior), un dirigente de cada uno de los partidos integrados en IU (el PCE, la CUT e Izquierda Republicana) y otras tres personas del sector crítico con Garzón durante su último mandato. La nueva dirección de IU será votada por todos los afiliados de la formación, y posteriormente será ese órgano el que ratificará la elección del nuevo líder.

La nueva cúpula de IU, y Rego, si finalmente es elegida coordinadora federal, tendrán que abordar como una de sus prioridades el papel de la federación dentro de Sumar. En su último discurso como líder de la formación, Garzón advirtió a la vicepresidenta Yolanda Díaz de que IU está dispuesta a colaborar en la construcción orgánica de su nuevo partido durante los próximos meses, pero con dos condiciones: que Díaz no reproduzca "esquemas de partidos clásicos" y que tampoco aspire a "diluir" al resto de formaciones a la izquierda del PSOE.

La relación de IU con Díaz sigue siendo buena y, de hecho, la vicepresidenta ha elegido a Rego para comandar uno de los ministerios que corresponden a Sumar en el Gobierno. Pero la federación lleva meses advirtiendo de que no tiene ninguna intención de subsumirse en el proyecto de Díaz, y hace unas semanas le pidió "aclarar si se pretende construir un espacio amplio con participación de personas y de organizaciones políticas que permita construir procesos de participación popular o si, por el contrario, se pretenden reproducir esquemas de partidos clásicos con mecanismos que no favorecen la participación de personas y de las organizaciones".

"IU hoy es una parte imprescindible del capital político del conjunto de la izquierda: sea cual sea la izquierda del futuro en nuestro país se construirá con nosotros y nosotras, ya que nuestra organización no se va diluir en ninguna otra, sino que se reforzará y aportará dicho capital a los espacios conjuntos conformados por organizaciones y sociedad civil", dejó claro Garzón en su último informe ante la dirección de IU. En septiembre, el dirigente fue incluso más claro y exigió a Díaz que Sumar fuera "un partido más" dentro del "frente amplio" el el que la vicepresidenta quiere reunir de manera permanente a los partidos a la izquierda del PSOE.