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PP y Vox seguirán remando a contracorriente. Por mucho que las aguas fluyan hacia la investidura de Pedro Sánchez, ni Alberto Núñez Feijóo ni Santiago Abascal cesarán en su propósito de luchar contra la amnistía, tras confirmarse el acuerdo entre PSOE y PP este martes. Así, PP y Vox continúan volcados contra la medida de gracia, juntos pero no revueltos. Abascal pide a Feijóo aunar fuerzas contra el borrado del 1-O, pero el PP se niega a que Vox le "marque la agenda" y anuncia nuevas ofensivas parlamentarias y actos de partido contra las exigencias del fugado Puigdemont.

El líder popular confirmó este martes que se sumará a otra manifestación contra la amnistía a la que acudirá Abascal el próximo 18 de noviembre en Madrid, semanas después de coincidir en la de Barcelona y de protagonizar, por separado, otras tantas en varias ciudades. No obstante, desde Génova se han empleado en subrayar que ni Vox —que anunció antes su asistencia— ni el PSOE le marcan la agenda, ya que "Feijóo confirmó su asistencia minutos antes de conocer la reunión de un dirigente del PSOE con Carles Puigdemont en Bruselas".

Eso sí, "los motivos para estar en la calle se han multiplicado" después de ver cómo el número tres de los socialistas "contemplaba embelesado un cuadro en el que se exhibía una de las urnas que la Generalitat utilizó en el referéndum ilegal del 1 de octubre, y tras constatar que el PSOE ha pasado de decir que traería de vuelta al dirigente catalán para que rindiera cuentas ante la Justica a rendir pleitesía a Puigdemont en su exilio belga".

Los de Feijóo creen que la investidura de Pedro Sánchez será pronto. Es más, ironizan con que, como ocurre cuando hay que acudir al dentista, "mejor cuanto antes". No obstante, se reivindican como los líderes de la oposición frente a Vox, por lo que evitan aunar las fuerzas con los de Abascal, que el pasado domingo reunieron alrededor de 100.000 personas en Colón, casi el doble de lo que el PP logró a finales de septiembre en la plaza madrileña de Felipe II. Sin embargo, el PP cuenta con poder territorial. Y lo seguirá utilizando para liderar la oposición a la amnistía.

Tal es así que los senadores trabajan en las conclusiones de la Comisión General de las Comunidades Autónomas y han fijado fecha para el Pleno de control al Gobierno en el que emplearán las preguntas orales para cargar contra esta medida. Mientras tanto, seguirán organizando actos de partido en los territorios, tales como los que se celebraron los pasados domingos en Toledo y en Málaga. El próximo fin de semana volverán a repetirlo en Valencia.

Movilización "creciente"

Mientras el PP apuesta por sus propios actos de partido, Vox se centra en arengar a la calle contra la amnistía más allá de las siglas partidistas, una tarea en la que buscan sumar fuerzas con el PP. A diferencia de la estrategia de los populares, fuentes del Vox descartan convocar ningún acto en solitario y remarcan la necesidad de conformar un "frente común" para defender la unidad de España en el que echan en falta un apoyo más explícito de los de Feijóo a la movilización ciudadana contra la medida de gracia más allá de su propia agenda. "Vox siempre estará al lado de la sociedad civil para combatir a Pedro Sánchez", recalcaba el lunes el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, que ponía como ejemplo de "éxito" la concentración del domingo en Colón.

Desde Vox muestran gran satisfacción con la manifestación convocada formalmente por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES) —cercana al partido y creada por el propio Abascal en 2006— y llaman a seguir dando la batalla en las calles. De hecho, el líder de la tercera fuerza instó el lunes a conformar una movilización "constante y creciente" contra la amnistía y marcó como próximo hito la concentración anunciada para el 18 de noviembre en la plaza de Cibeles.

Fuentes del partido celebran que Feijóo haya confirmado su asistencia a la cita, aunque restan importancia a la posibilidad o no de que haya una foto de ambos líderes y recalcan que lo fundamental es congregar a cuantos más asistentes mejor. "Me parece fenomenal que el señor Feijóo vaya, pero lo importante es que vayan cientos de miles de españoles", decía este martes Abascal a las puertas del Congreso. Vox insiste en que no toca aferrarse a los intereses partidistas, sino defender España. "No es momento de levantar siglas, es momento de alzar la bandera nacional", recalcaba Garriga tras la concentración de Colón.

Más allá de las calles, los de Abascal cuentan con que Sánchez subirá pronto a la tribuna del Congreso para reeditar su mandato y consideran que la amnistía es ya una "traición anunciada". Para la tercera fuerza política la medida de gracia es un "ataque" a la unidad de España y a la igualdad de los españoles y atenta contra la Constitución. No obstante, Vox tendrá difícil llevar una eventual amnistía a los políticos encausados por el procés ante el Tribunal Constitucional, ya que sus 33 diputados no bastan para presentar un recurso de incostitucionalidad.

Ante esta situación, los de Abascal ya han anunciado que, en caso de que se acabe aprobando el borrado del 1-O, será desde las comunidades autónomas en las que gobiernan junto al PP desde donde buscarán emprender la batalla legal. Si bien fuentes de Vox restan relevancia al papel del Tribunal Constitucional como garante de la carta magna al considerarlo "secuestrado" por el PSOE, se muestran decididos a explorar todas las vías posibles para frenar la amnistía. "La unidad de España se defiende hasta las últimas consecuencias", zanjaba este martes Garriga.