Los turistas optarán por destinos de proximidad desplazándose con coche, según expertos | Efe

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El consumidor turístico será prudente y optará por destinos de proximidad, desplazándose con vehículo privado ante el establecimiento de medidas estrictas de control para evitar la propagación del coronavirus durante este verano, según un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Ir a la playa por turnos, viajar en medios de transporte al 30% de su capacidad y cerrar fronteras tanto de entrada como de salida son algunas de las medidas que baraja el Gobierno español para este verano, apunta el informe de la UOC. «Si el consumidor turístico tiene que moverse en medio de estrictas medidas de control, será prudente», ha advertido Joan Miquel Gomis, profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC.

Pablo Díaz, también profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, sitúa la mejora a finales de verano, momento en el que algunos países europeos abrirán fronteras.
«Todo dependerá de la evolución de la pandemia y de la posible política común europea: las políticas descoordinadas llevarán a un retraso en la apertura de fronteras por la desconfianza mutua y las medidas desiguales tomadas en cada país», ha apuntado Díaz, quien ha matizado que se espera que las fronteras continentales sean el último paso, una vez la situación de las europeas esté normalizada.

Sobre un incremento de precios ante la posibilidad de que el turismo nacional sea la única opción viable para estas vacaciones, Gomis ha señalado que «no es previsible» que esto ocurra, al tiempo que Díaz ha asegurado que será justo lo contrarios para atraer la demanda.

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Lo que sí que se prevé es que el precio de algunos transportes suba. «Ya no se van a ver, al menos inicialmente, los precios de oferta de, por ejemplo, las compañías aéreas de bajo coste anteriores a la crisis, porque sería insostenible des del punto de vista económico», ha afirmado Díaz.

Según el experto, el turismo volverá a un escenario similar al de los años setenta, «cuando las familias se desplazaban en sus propios automóviles y mayormente a apartamentos veraniegos». «Habrá una demanda baja, debido a una crisis sanitaria que conlleva una crisis económica, con pérdidas millonarias en empleos», han asegurado los expertos en el informe.

A escala mundial, en el sector del turismo, las estimaciones del Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WTTC) hacen referencia a 50 millones de empleos perdidos.

En cualquier caso, el estudio apunta que el coronavirus tendrá consecuencias en la confianza de los turistas. «La experiencia de esta situación sanitaria actual es tan traumática que puede provocar un cambio en el orden de prioridades en la vida de muchas personas. Y entre estos cambios de prioridades, es previsible que figuren también los hábitos en turismo, hecho que condicionará la oferta», ha explicado Gomis.

Según el experto, es previsible que a corto y medio plazo los viajes de larga distancia se reduzcan después de la Covid-19. Algo similar ocurrió tras los atentados del 11-S, cuando se redujeron drásticamente los viajes en avión y hubo una recuperación de los destinos de proximidad y en vehículo privado. «Los viajes de proximidad generan mayor confianza psicológica, más sensación de control y menos gasto entre los viajeros y, por tanto, pueden recuperarse antes», ha añadido el experto.