Ante estas discrepancias, cada persona opta por el modelo que más le convence, independientemente de la zona del planeta en la que resida. Una prueba de ello, es que cada vez es más habitual ver a personas que llevan mascarillas en Baleares.
Ante la polémica surgida, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha manifestado que las personas que no tengan COVID-19 «solo necesitan llevar mascarilla si atienden a alguien de quien se sospeche la infección». Además, aconseja el uso de las mascarillas a las personas que tienen tos o estornudos.
La OMS también hace recomendaciones de uso de las mascarillas a las personas que sí aconseja llevarlas. En este sentido, precisa que «las mascarillas solo son eficaces si se combinan con el lavado frecuente de manos con una solución hidroalcohólica o con agua y jabón.
Además, avisa que antes de ponerse una mascarilla, es necesario lavarse las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. El modo de colocación de la mascarilla también es muy importante. En este sentido, debe cubrirse la boca y la nariz con la mascarilla y asegurarse de que no haya espacios entre su cara y la máscara.
La OMS destaca que se debe evitar tocar la mascarilla mientras se utiliza y precisa que en el caso de hacerlo es necesario lavarse las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Respecto al cambio de mascarilla, debe realizarse cuando se note húmeda. además, la citada entidad advierte que no se deben reutilizar las mascarillas de un solo uso.
A la hora de quitarse la mascarilla, se debe retirar por detrás y no tocar la parte delantera. A continuación, es muy importante desecharla inmediatamente en un recipiente cerrado y lavarse las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Teorías del modelo asiático
Frente a las recomendaciones de la OMS, los países orientales sí apuestan por el uso de las mascarillas. En este sentido, el jefe del Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades, George Gao, ha asegurado en la revista 'Science' que «el gran error en EE UU y Europa, en mi opinión, es que las personas no usan mascarillas. Este virus se transmite por gotitas y contacto cercano. Las gotas desempeñan un papel muy importante: tienes que usar mascarilla, porque cuando hablas, siempre salen gotas de tu boca. Muchas personas tienen infecciones asintomáticas o presintomáticas. Si usan máscaras faciales, puede evitar que las gotas que transportan el virus escapen e infecten a otros».
En términos similares se pronuncia el investigador del Instituto para los Sistemas de Biología (ISB), Sui Huang, que sostiene que «la recomendación oficial en Estados Unidos (y otros países occidentales) de que el público no debe usar mascarillas fue motivada por la necesidad de guardarlas para los trabajadores sanitarios».
En este sentido, argumenta que «no hay respaldo científico para la afirmación 'no son efectivas'. Por el contrario, en vista del objetivo declarado de aplanar la curva, cualquier reducción adicional, aunque parcial, de la transmisión sería bienvenida, incluso la que ofrecen las mascarillas quirúrgicas simples o las máscaras que no generarían un problema adicional de suministro».
Por su parte, el analista de datos Scott Alexander considera que ambas teorías, la occidental y la oriental, pueden ser ciertas, pero pide que «por favor, no compres mascarillas mientras sigan escaseando entre los sanitarios».
No obstante, añade que «si la escasez termina y el uso de mascarilla no tiene coste, estoy de acuerdo con las pautas de China, Hong Kong y Japón: considere usarla en situaciones de alto riesgo, como el metro o los edificios llenos de gente. No lo hará invencible, y si corre el riesgo de confiarse, incluso un poco, podría hacer más daño que bien. Debe evitar situaciones de alto riesgo como el metro y los edificios llenos de gente tanto como sea posible. Pero si tiene que entrar, sí o sí, lo más probable es que una mascarilla le ayude».
4 comentarios
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Esta es otra cuestión de extrema importancia en la que el gobierno socialista-comunista y todo sus aparato de propaganda nos han mentido. Y ya he perdido la cuenta de todas sus mentiras, mentiras que cuestan vidas y la destrucción de nuestra economía. No culpes a España de este desastre: culpa al gobierno y a todos quienes lo apoyan.
Es evidente que es mejor llevarla. Pero ni la OMS ni los gobiernos se atreven a decirlo y seguramente es por otro motivo: que no hay suficientes mascarillas para toda la población. Ni siquiera para los sanitarios. Si la OMS dijera hoy que hay que llevar mascarrilla, se crearía un caos mundial y pánico generalizado, cuando la realidad es que no hay mascarillas en el mercado mundial para todos. Pero si tienes una, póntela.
Hace años que vemos a los ciudadanos de países de oriente llevar mascarillas. En lugares como China o Corea habrán sido de gran ayuda para tener menos víctimas que en este estado fallido que llamamos España y que durante decenios nos mintió convenciéndonos de que teníamos la “mejor seguridad social del mundo” cuando en en realidad era lo que vemos: quizá de las peores, y no por sus trabajadores. Cuando me pongo mi mascarilla casera para salir a comprar, soy consciente de dos cosas: no me protege, debo extremar otras medidas; segundo: si yo fuera el “zombi”, no expondré a los demás. Y sobre todo, aunque lleve guantes de latex, si me toco la cara, no habré conseguido nada. Al llevar la mascarilla, evito esos actos reflejos. Esas son mis razones para salir de mi casa enmascarado. Eso y que las calles empiezan a estar atestadas de cacas de perros y guantes tirados por el suelo.
Hay cosas que son de lógica, si el bicho se transmite por microgotas, el llevar las entradas a la mucosa tapadas algo debe ayudar. Hay que buscar materiales lo menos porosos y a ser posible absorbentes de doble capa. También las pantallas minimizan riesgos tapando ojos. No se trata solo de no cogerlo sino también de no pasarlo. Se sabe que el material homologado lo necesitan los sanitarios, pero repito ir tapado algo debe ayudar.